Las nenas tienen mamitas - Relatos Eróticos

Las nenas tienen mamitas

... alentó. 
Sé de qué se trata. Es lo clásico y lo más sencillo. Me acosté boca arriba y Paola indicó a Alfonsina que se sentara sobre mi pija…
-Despacito nena, dejá que Dani te la meta poquito a poco…
-Si mamita… ¡Qué ganas que tengo! – Alfonsina se entusiasmó. Paola la retiene de la cintura y la hace sentar despacio. Su cerrada conchita me brinda el paraíso de la apretada. 
-Si mi amorcito, despacito. - La tomo de la cintura y, junto a Paola, acompaño la perforación que le estoy propinando…
-¡Aaaahhhh! – Alfonsina gime. 
-¿Te duele, mi amor? – No se lo digo para complacer a Paola, sino porque quiero que ella esté lo más cómoda posible.
-¡Aaaahhh! ¡Nooo! ¡Me gusta! – No sé si es cierto, pero parece que lo fuera.
Demoré varios minutos en enterrarse totalmente en la estrecha conchita de la preadolescente… Alfonsina tiene los ojos en blanco y la boca entreabierta, sacando la puntita de la lengua…
-¡Aaaahhh! ¡Siiii! ¡La siento! ¡Como entraaaaa! ¡Aaaahhhh! – Parece entusiasmada.
-Despacito mamita… - Es Paola quien clama para que la hija disfrute totalmente…
-¡Siiii mamitaaa! ¡Es ricoooo! ¡Me gusta muchooo! Dani la tiene tan ricaaaa… - Alfonsina disfruta sin barreras… - ¡Mamita! ¡Qué rico que es Dani! ¡Me gusta tanto!
Por sus “referencias”, es indudable que tiene antecedentes…
No sé, a veces me parece que la nena quiere competir con la mamá. ¡Son cosas distintas! Lo apretado de su conchita se compensa con las soberanas tetas de la madre… ¡Uno a uno! ¡O 10 a 10! ...

... ¡Empate! ¡Pero con las dos es lo mejor!
Tengo a Alfonsina ensartada mientras cabalga suavemente. Paola le dijo que no lo haga demasiado fuerte para que sienta más como me deslizo dentro de ella…, mientras…, la mamita disfruta de mis lamidas, dado que se arrodilló con las piernas a cada lado de mi cabeza, mientras se desplaza centímetros hacia adelante y hacia atrás, de manera que mi lengua recorra desde el clítoris al ano. ¡Paola sabe lo que hace! 
-¡Mamita, qué egoísta! ¡Te la comías sola…, toda para vos! – Alfonsina protesta sonriente mientras cabalga…
-Bueeee…, ahora también está para vos. ¡No te podés quejar! – Las hembras “discuten”. ¡No existo! ¡Soy un cacho de carne para tapar conchas!
-¡Glup! ¡Glup! ¡Glup! ¡Qué rica Dani! ¡Con razón mamá la quería toda para ella! ¡Jajaja!
Alfonsina se estremece…
-¡Ay, me hago!
La tomé fuerte de la cintura y la apreté contra mi ingle.
-¡No salgás nena! – Paola está atenta. – Es un orgasmo. ¡Apretate bien contra Dani!
-¡Ay! ¡Ayayay! ¡Siiiii! ¡Dios! ¡Cómo te siento! ¡Me muero! – Alfonsina se derrama como si fuera la primera vez. ¡Está lejos de eso! ¡Pero lo parece!
Entre Paola y yo teníamos a Alfonsina contra mi cuerpo. Se tambaleaba…
-¡Aaaahhhh! ¡Uuuummmm! ¡Oooohhh! ¡Mmmm! ¡Aaaaahhhh! - Alfonsina se estremeció desde el cabello hasta los dedos del pie… - ¡Esto es único! ¡Dios mío! ¡Nunca sentí tanto placer! 
-¡Si amorcito! ¡Ahora te lleno yo! – Clavé los talones y empujé hacia arriba. Creo que le  debo haber derramado dos litros de ...