A CALZÓN QUITADO (cada vez más quitado)
Fecha: 14/10/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... cuando se bañaba como cuando se vestía. En honor a la verdad, debo reconocer que mamá no hacía demasiado para evitar mis pervertidas actitudes “familiares”, tales como tocarle el culo o las tetas, o sobarle las piernas o caderas…, o mis “cariñosas” manifestaciones de besos y abrazos cada vez que la veía “livianamente” vestida o “prolijamente” desvestida…
Era lo que yo suponía…, hasta que…, bueeee…, siempre se da… Había quien…, o quienes…, de mis amigos, compinches o compañeros…, más de una vez habían visto a mi madre ascender a autos de “desconocidos”, que no se acercaban a menos de seis cuadras de nuestro barrio…
¿Y por qué todo este introito?
¡Para justificar mi lujuriosa y pervertida actitud!
Así es. En mis dichosos 15, la primera mujer que “tenía a mano”, mayor de 20, era mi madre. ¡Y está todo dicho! Mi primera calentura del día, cuando venía a despertarme con un beso y un ligero deshabillé, y veía sus opíparos melones colgando, sin corpiño y generoso escote, mi “erección matinal” era doble, triple, inmensa. Mamá, para colmo, se reía de mi calenturiento asombro.
-¡Jajaja! Parece que dormiste bien… y tuviste sueños agradables…
Ella sabe que la erección matinal no tiene nada que ver con el “sueño”, pero le servía para reírse un poco de mí y tomarme el pelo. Ella sabe perfectamente lo calentón que soy, y cuantas veces me “pescó” viendo porno…, y…, en esas situaciones, aparte de sonreír, no me decía otra cosa…, aunque muchas veces relojeaba lo que estaba ...
... viendo.
A veces me extrañaba…, placenteramente, la actitud de mi mamá. Jamás lo comenté, pero…, no me parecía indiferencia, o así lo quería creer yo, que mamá se “exhibiera” semi desnuda en mi presencia: brevísimos shorts de jean recortados, con las costuras laterales de las piernas semi abiertas casi hasta la cintura, y con apenas un par de cm en la ingle…, cubriendo solamente un cuarto de cada uno de los cachetes del culo. Todo eso, resultado del tratamiento “modisteril” de la prenda…
Tal vez mamá pensaría que soy un adolescente de purísimos pensamientos…, tal como ella suponía que me había criado… Pero a mí me agarraban tremendas calenturas…, que remataban en las pajas que tenía que correr a hacerme al baño… O, en todo caso…, se regodeaba pensando que mis pajas eran en su honor.
Para colmo, los comentarios barriales, que mis amigos me trasladaban, no como chimentos ni cargadas, sino para que supiera quienes son las tipas que se dedicaban a eso, me resultaban más de envidia que de crítica, dado que ni en pedo había una mina que fuera la mitad de hermosa que mi mamá… (con toda modestia).
Pero… a veces, en mi lujuriosa y pervertida mentalidad, afloraba la cuestión: ¿por qué yo no? A final de cuentas solamente me llevaba 19 años… Esa es su edad. ¡34 gloriosos años! ¡Carajo! ¿Cómo hago?
Por momentos yo suponía que nada tenía que hacer…, solamente esperar que lo haga mi madre…, como cuando, estando yo sentado en la sala, leyendo, en silencio, sin tv, ella dejó caer la bata que la ...