Horas extras doble vida 2 - Relatos Eróticos

Horas extras doble vida 2

Como ya me había indicado Eva tenía que ganarme todo aquello que ella había comprado para que lo utilizase y mi dedicación a ellos comenzaba al día siguiente. 

Ellos no acostumbraban a la madrugar como norma así que ya que yo trabajaba por la noche mi hora de levantarme sería a las 9 para que ellos haciéndolo a las diez ya me tuviesen a su disposición. 

Me duchaba me rasuraba si era necesario y por supuesto mi intestino era vaciado con una normativa matinal. 

Eva me enseñó a maquillarme un poco y poco a poco tuve que hacerlo yo así que mi rutina era vestirme prepararme y por supuesto satisfacer ambos sexualmente. 

Como norma todas las mañanas me comía el coño de Eva  limpiando la corrida de la noche anterior era penetrado tanto por ella como por él y no me faltaba mi dosis de leche en mi boca a veces compartida con ellos. 

También de vez en cuando disfrutaba follándome aquella mujer, pero que seguramente el que más provecho sacaba el marido ya que yo era su niña a follar todos los días y cualquier excusa era buena para darle por el culito.

Pero yo sabía que la pareja también tenía otras alternativas a pesar de que yo conviviese con ellos. 

Me había acostumbrado a aquello y no negaré que me gustaba muchas noches llegaba y podía todavía saborear aquel coño recién follado y levantar aquella para que me diese mi ración por el culo oh recibir su corrida en mi boca todo con el único propósito de satisfacerme con aquella mujer. 

Había encontrado más o menos ...

... la felicidad en todo aquello pero mi vida privada era inexistente ya que se lo dedicaba a ellos. 

Eva. Esta noche te vas al barco directamente y mañana te preparas a primera hora como siempre iras de pesca. 

Pues nada aquella misma noche me fui para el barco como siempre dormí con ropa interior y salto de cama aunque por supuesto eche de menos mi ración de polla y coño y por supuesto no podía vaciar mis pelotas ya que aquello era para cuando podía hacerlo con Eva. 

Sobre los diez mira Adolfo que bajando al camarote me besó y me dio los buenos días yo como tantas otras veces quise chupársela. 

Adolfo. Tranquila cariño luego te daré lo tuyo cuando salgamos a mar abierto te aviso para que subas. 

Pues nada media hora después Adolfo me llamó para que se subiese a cubierta. 

En primer lugar encontré a mí amante al que bese apasionadamente aunque según los después me di cuenta de que no estaba Eva y sí que había dos hombres más los tres completamente en pelotas exhibiendo sus pollas. 

Adolfo. Este es Fran y Joan. 

Frank era un tipo de aspecto rudo sobre un metro setenta y cinco fuerte musculoso aparentemente su polla parecía normal son los cincuenta de edad más o menos.

Joan era más delgado no parecía tan masculino este tenía una pija aunque delgada bastante larga que la tenía prácticamente erecta parecía algo más joven. 

No me dio tiempo saludar con la mano cuando Fran me agarró incrustando su lengua en mi boca no dejándome casi respirar me succionaba ...