-
Malena 7: Nuevos Comienzos 4
Fecha: 20/03/2019, Categorías: Gays Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos
... copias del documento, metió todo en su maleta de viaje, tomó su cartera y bajó corriendo las escaleras pues el ascensor se tardaba demasiado. Más abajo lo consiguió en su camino y lo abordó. Leonardo esperaba junto a su camioneta, no le reclamó su retraso -como siempre- a cambio ella le dio un gran beso que a él le hizo olvidar las penas y recordar que era un fin de semana con su bella Malena y habría mucho de sexo, de cerveza y de alegría.... no valía la pena airarse: “ella es así”. -mi rey, me retrasé porque estaba terminando un trabajo que Gonzalo me dio a última hora... y todavía falta más, le dijo con cara compungida. Le alargó el papel y él lo leyó con tranquilidad. -¿qué hotel es? -El Piper. -por lo menos queda rumbo a la salida... bueno, vamos a salir de eso... no se te habrá quedado el contrato ¿no? -no, mi rey, aquí lo tengo, dijo mientras lo extraía de su valija. Por el camino fueron entreteniendo la molestia por el retraso con comentarios acerca del contrato. -Es un gringo, negro y se parece a Bob Marley, le dijo Malena. Llegaron. -te espero, le dijo Leonardo, mientras sacaba una cerveza de la cava y un cigarrillo de la caja. -¿no me vas a acompañar? Preguntó Malena quien no quería estar a solas con el gringo ese que la tenía sentenciada. Quizá se lo dejaría hacer –por darle rienda suelta a la perversión que había anidado en su matriz por un tipo así desde su adolescencia- pero no hoy.... el lunes, antes de que se ...
... fuera. El gringo la esperaba en bata de baño. Ella entró modosa y sin mirarlo mucho, le entregó las dos copias del contrato: -mi novio me espera, allá abajo, te ruego ser lo más expedito posible. Dijo a manera de explicación por la exigencia de brevedad en el asunto. Él no entendió palabras, sólo entendió que debía poseerla cuanto antes. Apenas entrar, ella le inoculó con sus efluvios sensuales de hembra en celo, de hembra que olía a cerveza, a sensualidad y a cigarrillos, la necesidad impostergable de hacerle el amor. Tenía que tenerla o moriría. No importaba nada más. Colocó los dos ejemplares sobre la mesa y no los miró más. La miraba a ella. Ella sonrió nerviosa y dio un paso atrás cuando lo vio acercándose con paso de tigre: -mi novio está allá abajo, esperándome, le dijo, pero una extraña sensación le anidó en su ombligo y bajó muy despacio hasta su clí. -el tiempo que nos hubiera tomado revisar y firmar lo podemos usar de otra manera, le dijo con su lenguaje enredado. -no quiero ahora, dejemos esos juegos para después... estoy nerviosa. Ella le hablaba poniendo sus manos enfrente como escudo. -así es como me gustas más... nerviosa. Yo te apaciguaré… Se detuvo frente a ella y se desató la bata. Su erguido falo negro -era como el del negro de la película: portentoso- se mostró ante ella. Sintió que su vagina se llenaba de moco, pensó que le iba a venir el período otra vez y sintió nauseas. La tremenda tranca -a pocos centímetros de su abdomen- ...