1. Cindy


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Hetero Autor: Valmont2018, Fuente: SexoSinTabues

    ... su trasero era verdaderamente hermoso aunque de niña y los apretados pantalones lo dibujaban con precisión. Una vez que Cindy se fue la mujer me preguntó con tono impersonal “¿le gustó?” y sin esperar respuesta continuó “todavía no cumple nueve pero se sabe comportar aunque apenas ha empezado a aprender” y acto seguido, de la manera más fría y profesional agregó “le va a costar…” y me dijo una suma que traducida a dólares estadunidenses alcanzaba más o menos 100. Mi corazón latía apresurado y algo nervioso saqué mi cartera y pagué. La mujer recibió el dinero y dijo algo que me perturbó: “bájese los pantalones”, así lo hice y la dejé inspeccionar mi pene que estaba más flácido que una liga. Ella lo sopesó con profesionalidad y aprobó “sea gentil y todo saldrá bien. Por el pasillo la primera puerta a la derecha. Tiene dos horas”. “Al diablo, pensé, ya estoy aquí y vamos a lo que vine” y con resolución pedí un vaso de agua y trague mi pastillita aliada, la que hace efecto rápido y me dirigí al pasillo. Abrí la puerta indicada y entré a una pequeña habitación que evidentemente no era la de Cindy porque sólo había una cama, una mesa de madera y una silla, y sobre la mesa un frasco con crema y una caja de pañuelos desechables. Había también una ventana sin cortinas pero con los vidrios opacados lo que permitía una buena iluminación proveniente de la luz del día pero sin dejar ver nada en ningún sentido. Cindy estaba sentada en la silla tranquila, como niña recién enviada a hacer ...
    ... sus deberes escolares y cuando entré me miró con un poco con curiosidad y me sonrió con cierta timidez pero también con picardía. Me senté en la cama y le dije “ven” y ella se acercó y se colocó, de pie, entre mis piernas abiertas. La tome suavemente de los hombros y acariciando levemente cada uno de ellos y bajando un poco por sus antebrazos desnudos, sintiendo esa tibia y firme piel le dije “eres muy hermosa Cindy; la verdad es que no sabía con qué me iba a encontrar y ahora sé que soy muy afortunado al estar aquí contigo”. Ella se ruborizó y con una linda sonrisa respondió suavemente “gracias”. Me acerque con delicadeza a su rostro y besé una de sus mejillas y ante la aceptación de la caricia seguí besando su cara, sus ojos, su nariz su entrecejo, otra vez las mejillas y me acerque de a poco a su boca, tanteando si aceptaría también ese beso. Me posé en sus labios y ella respondió suavemente con los suyos y pronto nuestras bocas se enlazaron en un ardiente beso de pasión y mientras la besaba acerqué su cuerpo al mío y mis manos empezaron a recorrer su espalda y bajaron golosas a la parte de su cuerpo que más me había turbado: su hermosísimo culo, redondo, voluptuoso, firme, perfectamente formado. Besaba su cuello, el lóbulo de sus oídos, otra vez el cuello y volvía a su boca mientras estrujaba sus carnes, su tierno culito, su espalda y brazos. Era un pulpo al que le faltaban miembros para disfrutar esa maravillosa frutita que tendría para mí solo durante un par de horas. “Te ...
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