1. mi feminizacion


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Transexuales Autor: karlaguadalupe, Fuente: xHamster

    ... segundos, el prepucio se había retraído dejando al descubierto la cabeza y la poronga había alcanzado su máximo tamaño ocupando toda la cavidad de mi boca. A esa altura, su cuerpo se estremecía violentamente ante cada uno de mis estímulos bucales en las partes más sensibles de su pija, mientras, ya totalmente despierto, emitía gemidos de placer. Estuvimos así un rato largo, calculo que unos quince o veinte minutos, él disfrutando de la mamada y yo gozando del hecho de comprobar el placer que visiblemente le estaba proporcionando, ya que, como queda dicho, una de las principales componentes de mi placer radicaba precisamente en eso: en darle placer a mi macho.Al cabo de un rato, cuando ambos estábamos ya recalientes yo, sin decir palabra, dejé de chupar y me coloqué en posición, boca abajo con el pecho y las rodillas apoyados sobre la cama de manera de dejar el culo bien alto, bien abierto dispuesto a recibir amorosamente su poronga en su interior. Él no se hizo rogar y, en menos que canta un gallo, ya lo tenía nuevamente montado sobre mí, con su poronga bien clavada en mi culo, agitándose afanosamente en procura de un nuevo orgasmo. Yo, mientras gozaba realizando contorsiones con mi cola y gimiendo como una yegua, pensaba en mi suerte de tener un macho así, con semejante potencia viril, capaz de echarse varios polvos y hacerme gozar hasta el delirio.Después de unos quince o veinte minutos de frenética cogida llegó al orgasmo, no sin antes haberme provocado tres o cuatro ...
    ... orgasmos a mí, en el último de los cuales eyaculé. Era fantástica la coordinación de tiempos que habíamos alcanzado, que nos permitía gozar al máximo de nuestros polvos.Pero ahí no terminó mi feminización. Había algo que hacía que mi satisfacción no fuera completa. Cada vez que veía a una mujer sexualmente atractiva y seductora, envidiaba sus sensuales formas, sus pechos, sus caderas y, sobre todo, su cola, esas colas que parecían hechas a propósito para el amor. Y si bien mi cuerpo y mi cola no eran feos, yo me daba cuenta que distaban mucho de tener el fantástico poder de seducción que algunas mujeres pueden ejercer con sus formas sobre un macho. Cuando me masturbaba miraba el ya comentado video “Feminización Sexual Hipnótica” que es, entre otras cosas, una verdadera compilación de fantásticos cuerpos femeninos en poses muy sensuales y seductoras y sentía verdaderos deseos de poseer formas corporales como aquéllas. Un día le comenté esto a mi tío y él me respondió que eso no era ningún problema, que existían tratamientos hormonales y quirúrgicos capaces de convertir un cuerpo masculino –más aún uno como el mío, no demasiado parecido al del estereotipo social del macho sino más bien todo lo contrario- en el de una exuberante mujer. Me sugirió que mirara algunos videos de You Tube en que varones que se sometieron a este proceso de transformación muestran el proceso paso a paso, como éste, que muestra la transformación operada en el término de dos años de tratamiento con ...