1. Vicky


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cintura, mi cabeza danzaba al ritmo de sus caderas y los extremos de mis dedos, como podían acariciaban cada parte de ella que encontraban a su alcance, ella por su parte a ratos tiraba de mis cabellos hacia su cuerpo como intentando introducirme en él, otras me empujaba, procurando que dejara de comerla, a ratos simplemente caían abandonados y sin fuerza entre uno y otro orgasmo, finalmente quedó rendida, inconsciente, totalmente ausente, se había desmayado.
    
    Al darme cuenta, se me pusieron las bolas de corbata, parecía que no respiraba, no se movía, no respondía a mis llamados, estaba completamente apagada, yo, bajaba y subía de la cama, corrí al baño y busqué con desesperación alguna cosa de olor fuerte que la hiciera reaccionar, mientras lo hacía, ella tosió, volví al cuarto y ella, medio atontada me veía con una cara en la que se mezclaban expresiones de aturdimiento y picardía, era divinamente tentadora, me acerqué a ella y le pregunté si se sentía bien, ella por toda respuesta tomó entre sus manos mi pene y comenzó de nuevo a comerlo con frenesí.
    
    Repentinamente lo sacó de su boca y se incorporó, me obligó, asiendo mi verga, a dar una vuelta en redondo y me empujó suavemente contra la cama, de modo que caí en ella y quedé acostado, así comenzó ella a repetir paso a paso, como si hubiese sido una lección, cada uno de mis movimientos, me besó, lamió, mamó y chupó todas y cada una de las partes de mi ser, apenas, una que otra vez sus labios osaron acercarse lo ...
    ... suficiente a mi miembro como para permitirme sentir el calor de su respiración, inmediatamente se alejaban para ir a degustar otra parte de mi ser, tras una eternidad bañada de dulces caricias puso su cabeza entre mis piernas y sus brazos bajo mis nalgas, tomándome por la cintura engulló aquel falo hinchado a punto de hacer explosión y comenzó a saborearlo poco a poco, no sé cuanto tardé en acabar, de hecho tampoco se cuántas veces acabé ya que ella tragaba y seguía lamiendo y chupando, aquello duró hasta que, extenuados, nos rendimos.
    
    De repente desperté y la encontré dormida sobre mí, es decir, su cabeza reposaba sobre mi miembro, parte de ella estaba sobre mi pierna izquierda y la habitación olía a sexo, intenté ver la hora en el despertador de la mesa de noche, las 4:30 a.m., ella se despertó al sentir que me movía, vio mi rostro en el espejo de la peinadora y me dijo.
    
    -¿Qué paso, qué me hiciste..., qué hora es?. - Las cuatro y media, le dije. - Ay tú estás loco, yo tengo que amanecer en mi casa, rápido, debes llevarme a mi casa, estás loco, estás loco, ¿Qué fue lo que me hiciste? y comenzó a llorar.
    
    Honestamente, yo la verdad no entendía un coño, traté de tranquilizarla y consolarla, por un momento pretendí defenderme de aquella pregunta capciosa e incriminante.
    
    -¿Cómo que qué te hice?, mas lo único que conseguí fue que llorara aún más, así que opté por tranquilizarla, decirle que tomara rápidamente una ducha y se arreglara para llevarla a su casa, finalmente ...
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