Vicky
Fecha: 20/03/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tomamos la ducha juntos a la carrera, nos vestimos apresuradamente y salimos velozmente rumbo a su casa, ella guardó el carro mientras yo retiraba mi moto, nos despedimos y salí como alma que lleva el diablo por la autopista, atravesaba la ciudad a toda máquina y ora gritaba un ¡Yupi! que me salía del alma, ora me preguntaba que significaba todo ese llanto y esa pregunta de ¿Qué me hiciste?, para entonces comenzaba a despuntar el sol de la mañana y no tenía ningunas ganas de dormir, así que tomé rumbo a la casa de mi madre, quedaba bastante cerca de mi oficina, donde preparé, silenciosamente, un delicioso desayuno para cuatro, mi mamá, mis hermanos, Damián, número 3 y Donald, el número 5, y un servidor, el número 1. Numero 2, Ronald y número 4, Reinaldo, se encontraban prestando servicio militar en diferentes partes del país.
Llegué a mi trabajo cerca de las 7:30 a.m. y comencé a poner en orden mis papeles, poco antes de las 8:00 a.m. nos encontrábamos todos en la oficina, incluso ella, que por cierto estaba más bella que nunca, nos saludamos como si nada, todos sabían que habíamos pasado el fin de semana juntos, no era ningún secreto, nadie hacía preguntas o comentarios, ni directos ni indirectas picantes, conducta inusual entre nosotros, ella se dedicaba eficientemente a sus labores y nos dirigía la palabra, a todos, sólo lo estrictamente necesario, mas, en el momento en que avisé a Francisco que estaba listo para salir, me dijo, no sin un dejo de sorna y ...
... picardía.
- Coño e` tu madre, la carajita esta, ¡Que está buenota, no!, quiere que hables con ella antes de irte, que necesita que le hagas no sé que cosa, ¡Sinvergüenzón!, te la comiste ¿no?, coño e´madre , callaito que te lo tenías..., riendo quedo, colgué el teléfono.
Tomé mis papeles y los acomodé en mi portafolio, la relación de actividades a realizar, original y copia y, de inmediato, me acerqué a la oficina de Francisco, le entregué la relación, que revisó y firmó, al tiempo que le solicité me diera cincuenta bolívares para mis gastos, me devolvió mi copia y me entregó los reales junto con el vale de caja, me miraba por encima de los lentes con una sonrisa maliciosa cargada de complicidad.
Me fui entonces a su encuentro y le dije:
-¿Tienes algo para mí? - Sí, dijo ella, necesito que hagas en el banco estas diligencias del ingeniero y además, ¿Quería saber si puedes llevarme esta tarde ya que hoy no traje el carro? - Claro, con gusto, paso por ti en lo que termine y a las cinco nos vamos, si quieres podemos ir a alguna parte, nos tomamos algo, no sé, lo que tú quieras... - Bien, a las cinco, bien.
Terminé mis labores temprano, pero pensé, si llego temprano a la oficina creerán que siempre me sobra el tiempo y comenzarán a pedirme que pase por la oficina antes de ir a casa, así que desde las 3:15 p.m. me dediqué a pasear por las colinas que rodean el Valle de Caracas, ya cerca de las cinco, faltaban como veinte minutos, busqué un teléfono público y llamé a la oficina, ...