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Por venir
Fecha: 09/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Berlith, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Hace un tiempo en plena efervescencia feminista y la ola woke donde la idea se irradiaba por el mundo también lo fue en el voluntariado a otros países. Para apoyar a los nacientes brotes en pro del empoderamiento femenino y la inclusión íbamos dando conferencias en universidades como dando entrevistas en la radio y TV. Terminada nuestra jornada decidimos ir de turismo a la selva como también para examinar nuestra influencia dentro del país. Éramos 6 compañeras de lucha Sonia (26), Magdalena (27), Úrsula (28), María (24), Clara (25) y Sofía (28), que habíamos venido de España acorde con el idioma a donde iríamos a comunicar nuestra ideología en coordinación también con la LGBTQ+ internacional. Por eso estábamos con dos parejas de lesbianas, Sonia–Úrsula y Clara-Sofía representantes del movimiento LGBTQ+. Todo iba normal, fuimos a divertirnos de noche a discotecas, paseamos de día, comíamos, nos tomábamos selfis y alegres paseábamos en lanchas de rio. Hasta que alguien nos contactó en forma casual en una de las discotecas. Prácticamente fuimos a 3 en una noche y nos comentaron de un Tour por el rio rumbo a otra ciudad por el rio amazonas y nos pareció muy exótico como divertido. Así que fuimos dispuestas a viajar. El guía nos llevó a un puerto donde tomamos una lancha donde después transbordábamos una especie de ferry. No nada moderno como uno en Europa. Para nosotras fue como hacer un Turismo de aventura. Imagínense viajar en una Carabela como de Colon, quien no pagaría ...
... llenar su vida con una experiencia así. Cuando llegamos nos llevaron a bordo. Y como locas nos comenzamos a tomar fotos y más selfis. Siguiente cuando se suponía que nos llevaríamos a nuestros “camarotes”. Nuestra alegría se transformó en pánico y miedo. No sabíamos cuánto tiempo paso, ni donde estábamos. Nos vimos en ropa interior y otras desnudas. Las desnudas fueron nuestras compañeras lesbianas. No nos sentíamos ultrajadas ni tocadas. Ya me suponía donde estarían nuestros celulares y demás equipaje. Y como dijo nuestro contacto no estábamos solas. Había 11 chicas más en la misma situación para acompañarnos. Nuestra líder, si bien temblaba, luchaba en ocultarlo. Sofía era la más veterana del grupo, pero esa cara decía otra cosa. Ella era la más aguerrida en las marchas por las calles contra los opresores machistas. Yo y otras compañeras le admirábamos su soltura contra la gendarmería antimotines. En fin, atadas y ocasionalmente amordazadas. Esas veces que no nos tapaban la boca con las mordazas, conocimos a las 11 primeras chicas. Eran de Colombia, Venezuela, Perú y Brasil. Todas fueron atraídas con la misma historia u otras y en diferentes lugares. La descarga de emociones se desato con nuestras preguntas a esas chicas. Eran de diferentes niveles socio económicos, alta media y baja. Más de media y baja. Las de alta estaban seguras que sus familiares pagarían el rescate desanimando a las demás que no llegaban a su nivel. Ocasionando más desesperación en la mayoría. Y en tanto ...