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Por venir
Fecha: 09/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Berlith, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... algo en cerrar y aunque todavía no me paro, tal vez camine algo escaldada. Me sentía bien como me masajeaba mis glúteos mojados por el sudor. Sí, me entregue por completo y tal vez con consecuencias duraderas. Imaginaba a mis padres que dirían si estuviera preñada de un afro. Bueno, no me importa mucho, ya que dejamos de vernos al saber ellos de mi inclinación femininazi, como lo llamaban ellos. Los gritos, rizas y gemidos seguían en la calle. Llegaron al punto de cachar fuera en la vía. —Veamos afuera! —dijo Jaicho curioso de lo que sucedía. —un ratito más —le pedí acurrucándome más en su amplio pecho oscuro buscando cobijo. La bulla seguía sonando fuera, y no me llamaba salir a ver. Tenía a alguien que me prodigaba en este momento sus caricias y manoseos curiosos de mi cuerpo. Minutos después alguien toco llamando a mi hombre con mucha familiaridad. Ingresando no solo, sino con otras parejas que nos vieron bien acurrucados sobre el colchón. —¡Uuuy, magi! —exclamo Úrsula viéndonos en nuestro plan. Los hombres empezaron a conversar mientras nosotras fuimos a una esquina a chismorrear mis amigas y la hija de papa. —Por cierto, ¿cómo te llamas? —pregunte a la chica a lado de Sofía. —Me llamo Liliana —dijo, ya tenía sus 24 primaveras y andaba en la universidad estudiando ingeniería agrícola. —Pucha, aquí tendrás tu maestría jajaja —completo Clara señalando fuera de la casa riéndonos. Con las rizas, vi que a todas les chorreaba semen y me reí mucho más, acotando ellas el ...
... porqué, extendiéndonos en nuestras carcajadas. Llamando la atención de nuestros hombres que se sonreían entre ellos, pero por diferentes motivos. Así que salimos de la casa, previa consulta con Jaicho que asintió. Solas nos pusimos a conversar a pierna suelta. La conversación ya no se centraba en escapar, ni más del asunto. Fue más picara, sobre nuestros hombres. Y asentimos que los afros, si la tenían grande y gruesa. Al menos es lo común en nuestras parejas. —Qué suerte perra tuvimos! —dijo Sonia alegre por su experiencia de pareja que tuvo. Casi relatándonos con lujo cuando su hombre la cargo y la empotro contra la pared y bombeaba su vientre. Todas asintieron lo fuertes que son sus parejas. —A mí me desvirgo —narro Lili bajando la mano a su pubis —y como un animal lamio y succiono mi vagina con sangre metiéndome su lengua al fondo. Me pareció un vampiro chupa vaginas. Ese último comentario nos hizo reír a todas imaginándolo vestido como vampiro que chupa vaginas con sangre. Sofía se arrepentía de pagar en gimnasios y clases de defensa personal que no le sirvieron para nada contra su pareja. Igual a la mitológica Atalanta, que se casó por perder la carrera contra su prospecto de esposo. —mi primera vez con él fue más una violación que un consentimiento —dijo con reproche en comparación con el resto de nosotras. Aun así, encontró la horna de su zapato, alguien superior a ella que vale seguir, según ella en sus cavilaciones. Las historias seguían en nosotras con rizas y ...