Mi hermana Julia - 6 -
Fecha: 21/03/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Nuestros padres llegaron a casa a la hora de costumbre y se encontraron a sus dos retoños muy formalitos y las tareas de la casa bien hechas. Nada les hizo sospechar la despendolada sesión de sexo que horas antes mi hermana y yo habíamos disfrutado. Por un momento me dio por imaginar la escena de Julia corriéndose como una perra en celo sobre su cama y yo descargando toda la leche de mis huevos sobre ella. Pero la aderecé con una pequeña variación: de pronto la puerta de la habitación se abría y por allí aparecía mamá. Me dio por la risa, pero luego, pensándolo bien, me arrepentí de esa maldad; aquello hubiese sido motivo suficiente para que mamá, a pesar de aquella historia anterior con Julia, la palmase de un infarto: encontrar a sus hijos en esa situación no lo soportaría. En fin: olvidemos estas digresiones, nacidas de una mente tan calenturienta como la mía. Mis padres nunca podrían entender el vínculo sexual que se había creado entre su hija Julia y su hermano pequeño. Hubo una frase de Julia que me causó impacto. Fue cuando al salir de su habitación y empezar yo a hacerme una paja, Julia me rodeó y me la hizo ella. Creo que dijo algo parecido a esto. “Si he estado años haciéndosela a mis ligues fuera de casa, no veo por qué no voy a poder cascársela a mi hermano. ” Eso, o algo por el estilo. Lo cierto es que pensé que Julia fuera de casa no era tan modosita como en la familia creíamos todos. Ya me había contado lo que le ocurrió cuando era muy jovencita, pero de su ...
... vida en este momento no conocía apenas nada. Lo de Manolo y… para de contar. Nada más. Por otra parte, pensé que hubiese sido mucho peor que mis padres hubiesen tenido dos chicos en lugar de chico y chica. No, eso sí que no; me gustaba demasiado el coño de mi hermana, o el de cualquier otra mujer, como para que yo pensara en hacérmelo con un tío. Se ve que estaba muy convencido de mi heterosexualidad… y la imagen que cruzó mi mente -la de dos tíos dándose por el culo- no me gustó lo más mínimo. -Con todo mi respeto para los homosexuales; que quede clarito-: son muy libres de vivir su sexualidad como les plazca y yo les respetaré siempre, pero, definitivamente, a mí me iban las tías… eso lo tenía clarísimo. Mis pensamientos pasaron a concentrarse en cómo afrontar el próximo paso a dar con mi hermana. Yo sabía que Julia ahora también estaba por la labor; ella misma me había confesado lo bien que se lo pasó esa mañana, así que ya no tendría que elucubrar mucho sobre nuevas estrategias… probablemente el próximo paso sería ella quien lo daría. En realidad, solo me quedaban dos cosas por alcanzar: ser yo el que la masturbara, en vez de ser un mero espectador, y conseguir follar con ella. Eso ya no me parecía tan imposible de lograr. Mi mayor problema era que el día siguiente era domingo y nuestros padres no trabajaban. Eso en otra época era una delicia, ya que no tenía que ponerme a hacer ninguna faena en casa, pero bajo las circunstancias actuales era un fastidio de mucho cuidado. ...