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Susurros en la Oscuridad (padre eh hija)
Fecha: 02/12/2025, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Anonimo2025, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... contacto fue como fuego: su piel caliente y húmeda contra la suya, sudorosa y salada. Ella levantó la vista, mordiéndose el labio inferior hasta que se enrojeció, y Marcos vio sus pupilas dilatadas, el azul de sus ojos oscureciéndose con deseo. El aire entre ellos vibraba, el zumbido distante de un ventilador viejo amplificando el latido de sus corazones. —¿Sabes, papá? A veces me siento sola aquí... y tan cachonda pensando en ti —confesó ella, su mano posándose en el muslo de él, los dedos suaves y cálidos subiendo lentamente, trazando círculos que enviaban ondas de calor directo a su entrepierna. Marcos jadeó, el aliento caliente escapando de sus labios, pero no se apartó. En cambio, su mano grande y callosa cubrió la de ella, guiándola más arriba, sintiendo el pulso acelerado en su propia piel. —Joder, Sofia... no deberíamos, pero tu mano en mi polla me está volviendo loco —gruñó él, su voz temblando de deseo reprimido. "Esto está mal", pensó, pero el taboo solo avivaba el fuego, haciendo que su erección palpitara con más fuerza. Se inclinó y la besó, un beso profundo y hambriento: sus labios se fundieron, suaves y carnosos los de ella, con un sabor a limonada ácida y dulce saliva. Sus lenguas se entrelazaron en un baile húmedo, explorando, chupando, el sonido de sus bocas chocando resonando en la habitación vacía. Sofia gimió, un sonido gutural que vibró en su pecho, enviando vibraciones a través de su cuerpo. —Papá, chúpame la lengua como si fuera tu puta ...
... polla —susurró ella contra su boca, mordisqueando su labio inferior. Se movieron al sofá de la sala, donde el cuero viejo crujió bajo su peso. Marcos la tumbó con gentileza, pero sus manos eran urgentes: le quitó el bikini superior con un tirón, revelando sus pechos perfectos, los pezones endurecidos como perlas rosadas, sensibles al aire. Los lamió con devoción, su lengua áspera rodeando uno, succionándolo con fuerza hasta que Sofia arqueó la espalda, un gemido agudo escapando de su garganta. El sabor era salado por el sudor, dulce por su piel, y él mordisqueó suavemente, sintiendo cómo se endurecían más bajo su boca. Mientras, masajeaba el otro pecho, pellizcando el pezón entre sus dedos callosos, enviando pinchazos de placer-dolor que la hacían jadear. —Papá... sí, chupa mis tetas como un pervertido, haz que me corra solo con eso —suplicó ella, su voz entrecortada, los dedos enredándose en su cabello sudoroso, tirando con fuerza que le arrancaba un gruñido. —Eres una putita sucia, hija... tus pezones están tan duros para mí —respondió él, succionando más fuerte, el sonido húmedo llenando la habitación. Marcos descendió, besando su vientre plano y tembloroso, lamiendo el sudor que se acumulaba en su ombligo, saboreando la sal y el calor. Llegó al borde de los shorts, que olían intensamente a su excitación: un aroma almizclado, húmedo, embriagador. Los bajó junto con la parte inferior del bikini, exponiendo su sexo depilado, los labios hinchados y relucientes de ...