1. Susurros en la Oscuridad (padre eh hija)


    Fecha: 02/12/2025, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Anonimo2025, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... humedad, el clítoris asomando como una perla rosada. Extendió sus piernas, sintiendo el calor irradiando de ella, y hundió la lengua en su interior, lamiendo con avidez: el sabor era ácido y dulce, como néctar caliente, y él succionó su clítoris con círculos expertos, mientras dos dedos gruesos entraban en ella, sintiendo las paredes apretadas y resbaladizas contrayéndose alrededor, el sonido húmedo de sus movimientos amplificado en el silencio.
    
    —Joder, papá, come mi coño como si fuera tu cena, méteme los dedos más profundo, hazme chorrear —gimió Sofia, sus caderas moviéndose contra su boca con frenesí, el sudor resbalando por su cuerpo en cascadas, haciendo que su piel se deslizara contra el cuero.
    
    —Tu coñito es tan apretado y mojado para tu papá, voy a follarte hasta que grites —murmuró él entre lamidas, sus dedos curvándose para golpear ese punto sensible.
    
    Sofia se retorció de placer, "¡Oh, Dios, papá, me estoy corriendo en tu boca!", exclamó, su voz rompiéndose en un grito ahogado mientras un orgasmo la atravesaba como una ola violenta, su cuerpo convulsionando, fluidos calientes cubriendo la barbilla de Marcos.
    
    Marcos se desvistió rápidamente, su miembro grueso y venoso saltando libre, la piel caliente y tensa, venas palpitantes bajo la superficie, gotas de preeyaculación brillando en la punta. Sofia lo tomó en su mano pequeña, acariciándolo con movimientos lentos y firmes, sintiendo el calor abrasador, la textura suave sobre lo duro, el pulso latiendo contra ...
    ... su palma.
    
    —Mira qué polla tan grande tienes, papá... quiero que me abras el coño con ella —dijo ella, lamiéndose los labios.
    
    Lo guió hacia su entrada, y él entró despacio al principio, sintiendo cómo su calidez lo envolvía como un guante apretado y húmedo, cada centímetro estirándola, el roce enviando descargas de placer a ambos. Comenzó a embestir, primero suave, luego con más fuerza: el sonido de piel contra piel, húmedo y rítmico, el sudor salpicando con cada choque, sus testículos golpeando contra ella con un slap resonante.
    
    —Fóllame duro, papá, como a una zorra, lléname con tu semen —suplicó Sofia, envolviendo sus piernas alrededor de su cintura, sus talones clavándose en su espalda, uñas arañando su piel hasta dibujar surcos rojos que ardían deliciosamente.
    
    —Eres mi putita favorita, hija... toma toda mi polla, apriétala con ese coño virgen —gruñó él, su voz ronca como un rugido, besando su cuello sudoroso, mordisqueando la piel sensible hasta dejar marcas rojas, inhalando su aroma intensificado por el esfuerzo.
    
    El placer crecía como una tormenta: ondas de calor, presión building en sus vientres, hasta que Marcos se derramó dentro de ella con un rugido primal, "¡Toma mi leche, hija sucia!", su semen caliente y espeso llenándola en pulsos intensos, mientras Sofia lo seguía, su orgasmo explotando en contracciones que lo ordeñaban, gritando "¡Sí, papá, córrete dentro de mí!" en éxtasis, el cuerpo temblando incontrolablemente.
    
    Después, se acurrucaron en el ...