La puta y el tonto - Relatos Eróticos

La puta y el tonto

... me estaba dando. 

Fue Jordi el qué llamó a Francisco y a mí comentando que había trabajo para los dos. 

Yo me quedé sentado al borde mientras Francisco recorrió hasta la otra esquina para comenzar a chupar primero la polla de Alberto y luego la de Jordi. 

Fue Jordi el que volvió a llamar mi atención, por aquí te estamos esperando no te hagas el remolón hay pollas para todos. 

Fui por el borde de la piscina por fuera hasta llegar a donde se encontraban sentados tanto Jordi como Alberto y casi me da algo cuando veo lo que se gastaba Jordi que ahora se la estaba tragando Francisco tanto la de este como la de Alberto serían algo más grandes que la mía pero a Jordi era descomunal no me diría menos de 20 centímetros y desde luego para cogerla con una mano había que tenerla grande. 

Jordi volvió a decirme que me bajase dentro de la piscina y que comenzase a mamá. 

Le comenté que nunca la había hecho que no era gay y qué prefería irme. 


Este se levantó y se puso de pie sus varios centímetros más grande que yo y su corpulencia daban un poco de miedo mientras su picha estaba clavándose mi estómago me cogí de la nuca me dio un morreo en la boca y me dijo que tenía dos formas de salir de allí por las buenas o por las malas. 

Le supliqué que me dejase irme y este me dijo que de allí solo saldría sin ropa o desflorado con ropa. 

Fátima me animó venga ya verás como te gusta esto es como comer un chupa chups calentito. 

Jordi me empujó a la piscina mientras se ...

... sentaba y Francisco también se ponía al borde de esta quedando los tres hombres sentados allí me acerque poco a poco quedándome al lado de Francisco que era el que me la había comido primero y comencé a chupar tímidamente mientras Fátima se pegaba con dos de aquellas vergas metiéndoselas en la boca todo lo que podía y dándole arcadas después chupela Alberto esta era algo más corta que la de Francisco pero con buen calibre al igual que aquella y luego me tocó la de Jordi esta me entraba escasos centímetros en la boca por su grosor me daba grandes ahorcadas ya que él me sujetaba de la cabeza. 

Fue Francisco  el que dijo que habría que entrar a la vivienda y continuar dentro. 

No sé por qué pero este siendo el propietario de la vivienda se había encaprichado de mí en realidad para todos ellos era un en la vivienda comenzó a besarme la boca como si no habría un mañana y luego me obligó a ponerme de rodillas para comerle la polla. 

En el suelo se echó una manta donde en pocos segundos yo estaba comiéndome la polla de él Francisco y este la mía mientras Fátima tenía clavada hasta los mismísimos huevos la de Jordi y Alberto intentaba metersela por el culo a esta. 

Los gritos y jadeos de Fátima parecía que la estaban matando y ahora Francisco quería follarme el culo volví a negarme como no pero sin ninguna oportunidad de escapar de allí ya que en aquel momento Jordi la sacó del coño de esta y me la metió en la boca mientras que a cuatro patas tanto Francisco como Alberto ...