Noveno mandamiento
Fecha: 23/03/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos
Hola me llamo Aarón, desde que mi madre se fue a vivir al otro lado del mundo. Vivo con mi papá. Y nos las arreglamos muy bien, a pesar de ser pésimos para casi todo.
Bueno, mi papá es un excelente dentista. Sin embargo se puede decir que somos felices. Hace dos años que estoy en la universidad y como me queda a tres horas de distancia, papá y yo llegamos a la conclusión de que sería mejor rentar un cuarto de estudiante. Así que solo voy a casa los fines de semana. Y solo si no tengo demasiada tarea.
Yo sabía que mi padre tenía novia, pero no sabía bien quién era ella. Siempre recibía llamadas salía al patio a contestar y aunque trataba de disimular. Su alegría era evidente. Cuando me dijo que tenía algo importante que decirme. Yo me imaginaba que me presentaría a su novia. Pero para mi sorpresa, me dijo que pensaba casarse y que Adriana, su novia ya vivía en casa, con el.
Así que el fin de semana fui a casa con la idea de conocer a mi madrastra. Papa paso por mí a la estación de autobuses y bromeaba, nervioso.
—La verdad me da gusto por ti papá. Y en verdad se lo merecía. Tenía años en otro planeta. Entre el trabajo y mi cuidado. Nunca se daba tiempo para el.
—Pues espero que se lleven bien. Ella dice que eres un chico muy listo.
Y a qué venía eso de que ella dice, unos focos rojos se prendieron en mi cabeza. Y aunque trataba de hacer memoria, no recordaba a ninguna señora Adriana. Así que seguimos platicando de todo y de nada durante el trayecto. Cuñado ...
... llegamos a casa, estaba irreconocible. El césped cortado, la casa pintada, las ventanas limpias y con cortinas. —¡Pero qué demonio Sabe! Exclamé con asombro, y papá no paraba de reír. —Esta no es nuestra casa, papá te equivocaste. —Entra ya, que la comida está lista.
Al entrar a la cocina vi de espaldas a una chica, de muy buen culo y delgada. Pero cuando se giró, me quería morir. —¡¿Adriana?! —Hola Aarón, que tal la escuela. Durante mi adolescencia, no sólo yo. Todos mis amigos estábamos locos por Adriana, Quien apenas es dls años mayor que yo. Así que si las cuentas no fallan. Ella estará cumpliendo veintidós años. —¿Ya se conocian? —Papá, vive a dos calles y estudiamos en el mismo colegio por años. —Válgame dios, soy un asalta cunas. Dijo mi padre mientras la tomaba por la cintura para propinarle tremendo beso francés. —Y como…? Ustedes…? —Pues resulta que Adriana entro a trabajar como mi asistente hace un año, y nada. Nos enamoramos.
¿Y nada nos enamoramos? Mi papá está por cumplir cincuenta. Podría ser su hija!
—La verdad es que tu padre es un tipo maravilloso. Pero, vamos que se enfría esto.
—Y mira que es una excelente cocinera. Ya veras que te enamoras de sus platillos.
Yo viví enamorado, pero de sus nalgas y las tremendas chichotas que tiene. Y digo tiene, porque no paro de mirarla. Cuando niños nos parecía la niña más bonita. Ojos verdes y cabello rubio. Pero cuando su cuerpo en la secundaria y preparatoria se desarrolló. Se volvió una bomba. Todos ...