1. Dando el paso final


    Fecha: 24/03/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Yo descansaba en mi cama, era de día y no tenía nada que hacer. No me habían asignado ninguna misión, ni había que perseguir a un demonio de la realeza. Dejé el ejército, pero no sería la primera vez que aún así me llaman para una misión. No acostumbro a estar libre. Mi novia, Niuva procedente de otro mundo. Nos conocimos en una guerra y simplemente surgió la chispa. Esmeralda, mi amiga y hermana adoptiva me felicitó de poder dar un paso así. Esto lo hacía ya que tuve un pasado traumático con un demonio que me esclavizó para su repugnante red de pedofilia y trata de blancas. Durante el tiempo que he estado libre he evitado ese tipo de contacto. Solo una vez me besé con otra chica que me gustaba pero que tuvo que huir de aquí. Nunca en los quince años que han pasado he tenido novia, pero Niuva es especial. Ella entiende que de momento no quisiera practicar sexo, que no sea capaz de dar ese paso. Recibí un mensaje suyo, ya había terminado la misión a la que estaba designada.
    
    –¿Podemos tener una cita en algún sitio romántico?– le mandé el mensaje, estoy cansada de estar en casa sin hacer nada.
    
    –¿No te importa si decido en lugar?
    
    –Iremos donde tú quieras
    
    Iba en bragas y con una camiseta de pijama. Así desde luego no voy a ninguna parte. Me quité lo que llevaba encima y me metí a la ducha. Un cosquilleo en mi espalda hizo que mis alas saltaran en la ducha. Casi tiro la cortina. Hay una particularidad de nosotros los alados, sobre todo las aladas. Nuestras alas son ...
    ... órganos sexuales también. Si junto mis alas con las de Niuva por ejemplo me quedaré embarazada, y si acaricio la punta de mis alas tendré el mismo placer, que si me masturbo con mis dedos. Eso es lo que hice en el baño, aproveché para darme placer. Puede que desde aquello no haya mantenido relaciones sexuales, pero eso no ha impedido que por ejemplo deje a Niuva que me masturbe o que directamente me vea desnuda. Salí de la ducha, me enfunde una toalla al cuerpo y otra a la cabeza para mi pelo mojado. Debo secar mis alas, si no mi espalda va a pesar aún más. Hoy hacía calor, y lo aproveché para salir a la terraza. Se secarán mis alas. Me quedé durmiendo en la tumbona. Me había despertado Niuva acariciando la parte más sensible de mis alas. Me desperté con un gemido.
    
    –No hagas eso, son demasiado sensibles–le dije mientras permanecía inmóvil
    
    –Vengo de una misión, me dijiste que saldríamos y te encuentro en la tumbona durmiendo desnuda–dijo algo enojada
    
    –Agua fiestas–me levanté con mucho esfuerzo. Había caído redonda en la tumbona–Niuva, ¿donde tienes pensado ir?
    
    –No lo sé. Un restaurante, la playa, un parque….
    
    –Podríamos ir a un restaurante–no me di la vuelta a mirar pero juraría que me estaba mirando el culo, sentía su mirada– Después, un paseo por la playa y si me animo podríamos acabar la cita con final feliz.
    
    –¿Final...feliz? ¿Estamos las dos pensando en el mismo final feliz?–preguntó incrédula, como conté antes era incapaz de dar ese paso.
    
    –Si quiero ...
«1234...9»