1. Dando el paso final


    Fecha: 24/03/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... supone no tener hijos. Yo no sé si estoy preparada para ser madre.
    
    –Serias una gran madre, pero tienes razón. Quiero disfrutar de mi libertad. Tener hijos nos obligaría a ser madres.
    
    Nos alejamos de la base y fuimos a cualquier parte. Nuestro primer destino fue un bar de carretera, nos tomamos unas cuantas copas. Niuva estaba borracha, yo todavía no. Cuando ella quiso irse la detuve, no va a ser buena idea conducir con alcohol en el cuerpo. Alquilamos una pobre habitación que olía a nada bueno.
    
    Durante una semana estuvimos de juerga por cualquier parte a donde nos llevara el coche. Cumplimos uno de los deseos de Niuva, conocimos a un hombre desconocido dispuesto a hacer un trío con nosotras. Mi postura favorita fue mientras él me follaba por detrás y le daba una mamada a mi pareja. Niuva fue también penetrada, el desconocido le daba por el culo, y yo con mis dedos por la vagina.
    
    Respecto a que hicimos con nuestro embarazo. Lo discutimos largo y tendido. Tuve que llamar a Esmeralda, mi madre y mi hermana gemela para que nos ayudase a decidir. Los argumentos a favor eran nuestra actual buena situación. Tenemos una casa grande y una habitación vacía. Cobramos suficiente para mantener una familia. Las tres nos veían capaces de ser una ...
    ... familia. Mi madre nos expuso los argumentos en contra. Ser madre es una gran responsabilidad, y no podríamos tener las mismas salidas que normalmente tenemos como pareja. Siempre tendremos problemas que superar como pareja. Ninguna nos echaría en cara el abortar. No fue una decisión fácil, y como pareja la reflexionamos durante al menos dos semanas. Al final decidimos seguir adelante.
    
    Mi madre y Esmeralda tenían obligaciones militares que les impedían cuidar de dos embarazadas. Mi hermana fue la que se acabó quedando y la que nos llevó al hospital cuando rompimos aguas.
    
    Durante esos nueve meses mis temores sobre Niuva se confirmaron. Su vagina no estaba preparada para parir un hijo. Por ahí no saldría un bebé. Yo tuve un parto natural, a ella tuvieron que hacerle la cesárea para poder tener el bebé y salir viva. Tuvimos un niño y una niña. A la niña, que la había parido yo la llamé Aela, en honor a una amiga mía que falleció hace mucho tiempo. El niño, Niuva lo llamó Dwyn, un elfo amigo suyo de su mundo.
    
    Nos casamos un año después. Fui yo la que le propuso el matrimonio. Hicimos una gran celebración por presión materna. Nosotras queríamos hacer algo sencillo, pero mi madre no. Ella quiere una fiesta por todo lo alto, digna de una heroína. 
«12...6789»