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Atendiendo a mi cuñado 1 de 2
Fecha: 26/03/2019, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... por detrás haciéndole sentir mis poderes sobre sus nalgas. Gimió y giró la cabeza para ofrecerme la boca. Respiraba entrecortado, por la impaciencia o por la incipiente excitación que se lo notaba por el movimiento pendular de la polla que se iba llenando de sangre. Le forcé con la rodilla para que abriera las piernas y logré que el pene entrara en contacto con su ano. Otro suspiro más largo. El chico se iba confiando y calentando al mismo tiempo. Le ofrecí la esponja con jabón. -¿Quieres hacérmelo tú? Empezaba a sonreír y a cubrírsele de rojo la cara. -Sí, pero con las manos. Dejé mis brazos muertos y comenzó a acariciarme, no era un lavado de piel, eran auténticas y delicadas caricias las que realizaba pasando con suavidad sus manos por mis hombros, el pecho donde escondía los dedos entre el follaje del bello, por el abdomen subiendo y bajando las dunas de los abdominales y se detuvo dudoso en el pubis, con miedo a tocar la evidente excitación de mi verga apuntando hacia el techo. -¿Te gusta lo que ves? No respondió, solo movió la cabeza. -Bésala si lo deseas. En mi propia excitación del momento la verga se me movía con los impulsos de la sangre que le entraba, en lugar de ponerse arrodillado se inclinó y aproveché para pasar mi mano entre la unión de sus nalgas y llegar hasta su ano. Encabritó el lomo y sujetó delicadamente la polla, la dio un besito y dos, y tres y no cesaba de besarla hasta que sustituyó los labios por la lengua, pasándola como si fuera un caramelo con ...
... mango por el glande causándome un gran placer. Entonces, se incorporó, pensé que se había asustado pero se abrazó a mi cintura estrechándome contra él. -¡Oh! Eres perfecto, tan viril. Se estremecía el muchachito. Y se desbocó, perdió el control y comenzó a lamerme el tórax, los labios, y morderme la barbilla y chuparme las tetillas con voracidad volando sus manos por todo mi cuerpo. Yo le ayuda en su excitación cuando me lo permitía besándole la boca y cogiéndole la verga que iba camino de parecerse a la mía en tamaño y en grosor y calzo más de veinte por cinco. -Vamos a secarnos y a la cama nene, aprovechemos el tiempo que te queda. Recogí un tarro de crema de Adela antes de salir del baño. -Perdóname Adela, no quiero causarle daño. Le dije mentalmente a mi mujer. Lo coloqué arrodillado y él mismo se abrió las piernas y las nalgas con las manos, apoyando la cabeza sobre la sábana, algo sí que sabía hacer. Tenía un hoyito divino con muy poco vello alrededor del anito, maravilloso culito que me iba a beneficiar en breve, limpio y pulcro con la piel lisa salvo el fruncidito de su boquita inferior. Me relamí los labios de deseo antes de comenzar a comer aquel manjar no explorado aún por otra boca, los grititos del chaval me animaba a seguir sin parar lamiendo y besando aquella piel tan fina que se hundía sin abrirse con la presión de mi barbilla o mi lengua. Le comí el culo diez minutos y hubiera continuado pero tenía que seguir, cogí un puñado de crema y lo extendí por su anito, ...