Chantaje a mi puta perra (VI) - Relatos Eróticos

Chantaje a mi puta perra (VI)

... y de Ceci tres cuartas partes de lo mismo, porque lo que al principio agradeció luego lo echo de menos, porque en ella creció la necesidad de ser usada, usar y disfrutar.

Yo como estaba, por desgracia, en paro me fui tres días antes de la boda y me alojé en una de las habitaciones que tenían reservadas los novios en el hotel donde se iba a celebrar el convite de la boda, además de decirle a la PUTA de Susana que esos tres días la quería en el hotel, cosa que no fue difícil, porque ella se vino esa semana y luego le dijo al cornudo de su padre que ella no estaba tranquila y que se iba a pasar esas tres noches en el hotel, además de que al cornudin, su novio, ya no lo vería hasta la boda.

Cuando llegue al hotel y pedí la habitación que tenía reservada, me lleve la sorpresa de que esta era una mini suite, por lo que mi estancia iba a ser cojonuda.

Conforme me instale en la habitación llame a la PUTA de Susana, llevándome la sorpresa de que ella ya estaba en su habitación que no podía ser otra que la suite nupcial, pero como en principio había que guardar las apariencias, le dije que ya tendría tiempo de estrenar su suite, así que la quería en mi habitación en dos minutos, porque necesitaba usarla YA.

No dio tiempo casi ni a colgar cuando ya estaba llamando a la puerta, abrí y ufffff, cada día está más buena la PUTA PERRA.

La muy PUTA venía con una falda de vuelo y una blusa blanca pero sin sujetador, la muy ZORRA, se paseó desde su suite a la mía enseñando las ...

... tetas, y como siempre medias esta vez de color carne y unos zapatos de diez centímetros de tacón.

-Susana.-Buenas tardes Amo, como está

-Uffff, pues no también como tú ZORRA, de rodillas

Rápidamente se puso de rodillas y abriendo la cremallera de mi pantalón saco la polla y empezó a chupar como si no hubiese mañana.

-Tranquila PUTA, que habrá tiempo, ahora desnúdame.

La deje de rodillas y me fui hasta uno de los dos sillones de la habitación, sentándome, por supuesto ella me siguió andando a cuatro patas como la PUTA PERRA que es.

Sin hablar pero mirándome a los ojos que ella sabe muy bien que me gusta, empezó a desnudarme, con parsimonia pero sin pausa, recreándose en cada centímetro de mi piel que quedaba descubierto, besándolo, lamiéndolo.

Cuando terminó la envié al baño para que me lo preparara, cosa que hizo rápidamente pero siempre a cuatro patas.

Yo estaba loco por follarmela, pero quería mantener las formas y que ella se fuese encendiendo cada vez más, como así fue, porque yo la seguí y mientras ponía a llenar la bañera me acerqué por detrás y metiendo la mano bajo su falda, primero comprobé que no llevaba bragas, cosa que no me gusto pues eso solo lo puedo autorizar yo, pero también pude comprobar que estaba ya chorreando.

-Estas chorreando PUTA, y por cierto recuérdame que te tengo que castigar ZORRA, quien te ha autorizado a no llevar bragas?

-Susana. -Lo siento SEÑOR, sé que me iba a castigar, pero es que ya me he cambiado de bragas dos ...