1. Viaje de placer en el Caribe (CAP. III)


    Fecha: 05/04/2019, Categorías: Incesto Autor: libelula, Fuente: CuentoRelatos

    El chófer de D Mario me llevó en su coche al Hotel donde me hospedaba. Después de comer algo en la cafetería, subí a la habitación a descansar, tras una noche tan ajetreada. Dormí profundamente y cuando desperté era la hora de la cena, me vestí y bajé al restaurante a tomar una cena ligera. Me encontraba descansada y me acerqué al casino a pasar un rato. Compré algunas fichas, con la sola intención de jugar hasta que se acabaran, nunca había sido afortunada en el juego. Me detuve en la ruleta y a mi lado había un americano con el que entablé conversación. Al cabo de una hora decidí abandonar la sala, al despedirme el americano me dijo que él también se iba y me invitó a tomar una copa que acepté. Aún era temprano para acostarme.
    
    El tipo tendría unos 45 años, era alto, fuerte, me dijo estaba casado con tres hijos, viajaba con frecuencia por trabajo y aunque algunas veces había pensado en acostarse con alguna mujer en sus noches de soledad, nunca había sido infiel, aunque el poco deseo que mostraba su esposa, le hacía pensar cada vez más en tener sexo algún día. Tomamos un par de copas, la conversación era amena sin más. Cuando me despedía para salir hacia mi habitación él me acompañó, subimos en el ascensor y salimos en la misma planta, me pidió tomar la última en su habitación. Directamente le pregunté si lo que quería era follar, y me contestó que sí, le gustaba y había decidido no esperar más y hacerlo conmigo. Le dije que eso le costaría 500$, creí era un buen ...
    ... momento para realizar la fantasía que hacía tiempo rondaba por mi cabeza, con la que me había masturbado tantas veces. El aceptó.
    
    Entramos a su habitación y se apresuró a tocarme las tetas y meterme mano, estaba nervioso y andaba acelerado. Le dije que tranquilo, que primero tenía que pagarme, lo que hizo sin perder tiempo. Me desnudé sin prisas y entré al baño, debía asear mi sexo y de paso lubricarlo con un gel apropiado para tener sexo con el tipo, sabía que no se lubricaría por sí solo, el tipo no me gustaba. Cuando salí ya se había desnudado y estaba esperando intranquilo. Me senté en la cama y acaricié su verga, más bien pequeña, descubrí su prepucio y la metí en la boca para mamársela. Pretendía hacerle correr rápido y evitar que me penetrara, pero el tipo la sacó antes de correrse. Ante lo inevitable me tumbé en la cama boca arriba, abrí mis piernas y le pedí se pusiera el condón. No acertaba a clavarla, así que lleve su verga con mi mano para guiarla hasta mi chocho y él empujó para meterla, una vez dentro empezó una metisaca, dificultado por su barriga, me embestía, sudaba y disfrutaba penetrándome y asfixiándome con su humanidad, yo fingía estar excitada y gemía pidiendo me diera más y diciéndole lo mucho que me hacía gozar. Mis gemidos le excitaron tanto que se vino enseguida cayendo encima de mi exhausto.
    
    Me fui a mi habitación y dormí de un tirón toda la noche. Al día siguiente, mientras desayunaba, pensé de qué manera podría disfrutar del día y pensé en Julio ...
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