1. Elsa, la amiga de mamá


    Fecha: 19/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Lo que voy a relatar sucedió hace dos años. Conocí a Elsa cuando tenía 6 o 7 años. Siempre tuve buena onda con ella, me gustaba estar con ella. Con el tiempo y entrando en la adolescencia, mis sentimientos hacia ella se hicieron más fuerte con una mezcla de amor, pasión y deseo. Así y con el correr del tiempo esa mezcla de pasión y deseo se hizo más fuerte aún. Elsa era la mejor amiga de mi madre y cuando sucedió lo que voy a relatarles ella tenía 48 años y yo 22.
    
    Elsa es una mina espectacular. Aparenta menos edad de la que tiene. Esto y un cuerpito muy bien proporcionado le permite utilizar ropas por demás prohibitivas para alguien de su edad y a otras de mucho menos. Su vestuario esta integrado por pantalones ajustados, remeras y camisas entalladas con escotes sensualmente provocativos y polleras que en el 95% de los casos son minifaldas que hacen lucir sus espectaculares piernas. En realidad debería decir sus perfectas piernas. Sus medidas 90- 57-92. Ella era casada y tenía dos hijas en idéntica situación, pero la relación con el marido era muy mala por no decir inexistente. Varias veces pensé en tirarme el lance con ella, pero me frenaba pensar que un rechazo a eso me trajese otro tipo de problemas.
    
    Así llegue a una mañana de agosto, mi abuela estaba internada, mi madre iría a la clínica a cuidarla temprano, y Elsa vendría a cuidar a mi sobrinito hasta que mi cuñada lo fuese a buscar a eso de las diez de la mañana, ya que ella había pasado la noche en la ...
    ... clínica.
    
    Elsa llegó a la mañana unos diez minutos antes de que yo me fuese a trabajar. Era una mañana bastante fresca, ella entró con un tapado largo de color negro, unos diez centímetros por debajo de las rodillas, y unas botas de caña alta de cuero marrón con tacos altos y algo de plataforma. Me encantaba ese look, cuando me saludó con un beso en la mejilla morí de ganas por besarle la boca. Si con esa vestimenta estaba “loquito” imagínense lo que fue cuando se quitó el tapado: tenía su cabello castaño largo y suelto, cabellera abundante enrulado haciendo tirabuzones cayendo a manera de bucles. Ojos marrones delineados y párpados maquillados en una mezcla de salmón y rosa, sus sensuales labios en un tono rosado que contrastaba a la perfección con su tez morocha. Aros dorados y largos. Un polerón jaspeado de color negro con apliques en blanco y rojo. A pesar de la falta de escote, sus senos se notaban espectacularmente marcados por el polerón, que además hacia resaltar su pequeña cintura. Su pollera una espectacular minifalda roja, de una tela semielastizada que no hacía más que marcar sus redondas nalgas en ella y su falda que se detenía unos 10 cm por debajo de sus rodillas dejaba ver la seducción de esas maravillosas piernas.
    
    Salí de casa llevando a mi madre rumbo a la clínica que quedaba a mitad de camino de mi trabajo. Durante el viaje no pude dejar de pensar en Elsa. Dejé a mi madre y seguí mi camino. Hice un par de cuadras, y detuve el auto, llamé a mi trabajo diciendo que ...
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