Atrapada en el engaño
Fecha: 07/04/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Armonic, Fuente: CuentoRelatos
... ver mi mirada, sabía perfectamente que balance quería que me hiciera.
El fin de semana con mi marido se me hizo eterno, la rutina de siempre con su familia. Aún así yo me entretenía imaginando y pensando en el balance, era como una obsesión. Por fin llegó el día, como una virgen en su noche de bodas me sentía nerviosa. Al llegar la hora de salida sentí un cosquilleo en el estómago. No quería fallos ni problemas, por lo que acompañé a los últimos en salir hasta la salida para asegurarme de que no quedaba nadie más. Al volver a la oficina cerré la puerta con la llave, así me sentía más tranquila y decidida fui en busca de Fernando.
Entré sin saber muy bien qué hacer, después de todos estos días imaginado el encuentro, a la hora de la verdad me encontraba perdida, extrañamente Fernando no estaba en su puesto. Lo llamé en alto pero nadie contestó, empecé a ponerme aún más nerviosa. Fui al baño pensando que quizás me esperaría en nuestro sitio, pero tampoco estaba allí; empecé a desilusionarme hasta que vi una pequeña luz por debajo de la puerta del despacho de nuestro jefe y de nuevo apareció el cosquilleo.
Estaba sentado en el sillón del jefe, solo iluminaba la estancia la luz del flexo, dándole un aspecto más varonil. Me acerqué lentamente con una sonrisa pícara, al llegar a su lado abrí los ojos sorprendida, me esperaba desnudo de cintura para abajo, con su polla dura apuntándome, era como una invitación. Se me aceleró el corazón, aunque no quería parecer ansiosa ni ...
... desesperada.
-¿No es mejor que hagamos primero el balance? - le pregunte.
-El balance ya está hecho, lo terminé esta mañana.- respondió con una malévola sonrisa.
Estuve tentada a decirle que se vistiera y llevármelo a casa, allí había la seguridad de que no nos molestarían, pero era igual de peligroso que hacerlo allí, por lo que decidí seguir. Me arrodillé delante, agarré su miembro y me incliné a chuparlo, se mostró deseoso e impaciente pero no dijo nada, deseaba darle a ese chico la mejor mamada de su vida, quería que supiera de lo que era capaz una mujer madura. No era mayor que la de mi marido, tampoco tenía queja, la lamí por todas partes y jugué con sus huevos, podía escuchar su respiración y su cara me decía que estaba satisfecho, creo que ver como me la comía entera lo puso a cien, creo que ver a una mujer de mi edad arrodillada y chupándole la polla era toda una fantasía para él. Yo estaba disfrutando, pero tenía la sensación de que si no paraba, tendría en poco tiempo su semen en la boca y quería que la noche durara más.
Al ver que me detenía se levantó, yo hice lo mismo. Su juventud le privaba de paciencia, tiró de cada lado de mi camisa de rayas haciendo que los botones salieran disparados, pero me gustaba sentir esa fuerza. Me abrazó por detrás, sus manos subieron y bajaron por mis piernas como un ascensor, dejándome sin ropa interior. Me empujó hasta la mesa escritorio, dejé que Fernando llevara la iniciativa esta vez. Me inclinó sobre ella hasta que ...