1. La depravada amiga de Sandra


    Fecha: 20/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos

    Luego de haber tenido días atrás una ración de sexo con Sandra, me la encontré en la piscina de la torre y ella le había hablado a su íntima amiga Patricia que le gustaría conocerme íntimamente, porque el fenomenal polvazo la dejó ahíta y con una sonrisa post-coital muy buena.
    
    Convine con Sandra que nos veríamos dos días después para que me llevara a presencia de Patricia y yo me dispuse tal cual, y como se me antojó tirármela cuanto antes, pues me puse el mismo tanga con el que me tiré a Sandra, ya que a Patricia también le daba morbo joder con un tío que llevase esa concupiscente y libidinosa prenda tan lasciva, además me puse mi perfume favorito por todo el cuerpo, ya que, al olerme Patricia, se le derretiría el coño.
    
    Dicho y hecho, Sandra y yo nos encaminamos y me contó como era su amiga, que hacía dos años que enviudó y que quería vivir la vida y que prefería tirarse a hombres antes que tener pareja y ella le comentó como nos lo habíamos montado.
    
    Solo por lo que me manifestó sobre su amiga ya me dio más morbo por joder con ella y yo ya iba con un fenomenal calentón mental y dispuesto a darla rabo, joderla a tope y hacerla un magnifico traje de lefa.
    
    Según nos aproximábamos a casa de Patricia se incrementaban mis ganas por conocerla y poseerla y casi ya estaba empalmado, pero con un cosquilleo sexual muy apetecible.
    
    Entramos en el portal y mi nerviosismo sexual iba en aumento, pues lo que Sandra me contó de su íntima Patricia me sedujo.
    
    Ya según nos ...
    ... adentramos en el ascensor ya estaba más y más cachondo y salido por poseer el cuerpo de esta buena señora, pues me había puesto caliente y muy lascivo.
    
    Llegamos a su puerta y el corazón me daba vuelcos y ya tenía unas ganas terribles por joder con Patricia. Sandra tocó dos veces el timbre y de dentro surgió una femenina voz que dijo: ¡Un momento!
    
    Allí estaba Patricia, que era idéntica a como Sandra me la había descrito, morena, de largo pelo casi ensortijado, una buena boca apta para mamar rabos, unas cuidadas manos con uñas que me daban morbo, ojos marrones con lasciva mirada y unas tetas de infarto.
    
    Cuando abrió la puerta, Patricia llevaba un obsceno y sexy tanga negro, unas medias negras de encaje con dibujos de estrellas, una morbosa pulsera tobillera dentro de las medias y unos zapatos de tacón alto negros que elevaban sus magníficas tetazas de putona y la muy zorra no llevaba sostén para ponerme más cachondo y salido de lo que ya de por si estaba yo.
    
    —Hola Patricia —dijo Sandra.
    
    —Hola Sandra —dijo Patricia.
    
    —¿a quién tenemos aquí? —habló Patricia.
    
    —Este es Jack, el amigo de mi hija Martina, de quien te hablé. Ya sabes, el tío que me folló la otra tarde —manifestó Sandra.
    
    —bueno, bueno, bueno ... está mejor de lo que tú me habías contado ... —largó Patricia.
    
    —Bueno, Patricia, tú estás muy bien, mejor de lo que tu amiga Sandra me contó —hablé yo.
    
    —Para ti soy Patty, tesoro —cortó Patricia.
    
    —Bueno, ya que hemos hecho las presentaciones os dejo ...
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