En el barco atracado al muelle, me rompen el culo
Fecha: 11/04/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... mano, salimos del camarote llevándome al comedor donde estaba la cocina. Entró en la cocina dejándome allí de pie en el comedor. Fue a la gamuza donde estaban los víveres del barco, saliendo al poco rato con una tremenda zanahoria, y una tarrina la cual contenía mantequilla.
La zanahoria que traía era tan pero que tan grande que asustaba, era cómo su polla, salvo que en la punta era menos gruesa, y hacía que fuese algo cónica, pero de la mitad de esta, era tan gruesa cómo su polla.
¿Para que es la zanahoria? Le pregunte. No irás a metérmela en el culo, ¿verdad?
Pues sí, contestó, la vamos a usar cómo consolador, y así abrirte más el culo, y con la ayuda de esta mantequilla, lubricarte bien este culito, me dijo mientras me lo estrujaba con su mano.
Dejó lo que traía en uno de los bancos, luego me abrazó pegándose a mí, empezando a morderme el cuello mientras se restregaba contra mí, ¡aaahhh! Maricón que ganas tengo de darte por el culo y hacerte mío.
Me agarró con sus manos por detrás de mí culo, levantándome para colocarme sobre la mesa que allí había. Me sentó sobre ella, para seguido hacerme acostar sobre ella quedando boca arriba.
Levantó mis piernas colocándolas sobre sus hombros, tirando por mí hasta que el culo me quedó al borde de la mesa. Echó mano a la tarrina de mantequilla, y untándose los dedos, fue pasándolos por mi ano. Metía uno de sus dedos dentro, haciendo que mi esfínter quedara impregnado de mantequilla, cuando consiguió que entraran ...
... fácilmente 2 de sus dedos, cogió la zanahoria y después de untarla de mantequilla con su mano, la llevó a la entrada de mi ano, para írmela introduciendo dentro de mí.
¡Ohhh! ¡ohhh! ¡ooohhh! Empecé a gemir yo, al notar cómo me iba entrando aquella enorme zanahoria en mi culo.
Mira cómo te entra la zanahoria, pedazo de maricón. Te gusta cómo te da por el culo la zanahoria, ¿eh?
Mira cómo la traga tu culito, mira pedazo de puta, mira cómo traga y te gusta que te den por el culo.
El muy hijo de puta del chabolista metía y sacaba aquella enorme zanahoria en mi culo, haciendo que yo gimiera y me retorciera de gusto. Pero lo que yo quería, no era la zanahoria, si no que lo que deseaba era aquella tremenda polla que se gastaba el chabolista portugués.
Luego de estar un rato metiendo y sacándome aquella zanahoria en el culo, cogió la zanahoria, y en lugar de metérmela por la parte más delgada, le dio la vuelta a la zanahoria, y ahora intentaba metérmela por la parte más gruesa. Al primer intento no me entró, pero después de untarla un poco con la mantequilla, colocó la misma en la entrada a mi ano, y fue empujando poco a poco, hasta conseguir que mi esfínter fuese cediendo, y aquella zanahoria fuese entrando en mi culo.
¡Ahhh! ¡ahhh! Gritaba yo, ¡ay! Ve despacio que me duele, le decía mientras mi frente se llenaba de sudor, sintiendo cómo aquella enorme zanahoria, me iba abriendo el culo y se metía dentro de mí.
Los gritos que daba eran cada vez mayores, y le pedía ...