1. En el barco atracado al muelle, me rompen el culo


    Fecha: 11/04/2019, Categorías: Incesto Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... empecé a chupar aquel glande que se mostraba hinchado y colorado. Mientras le iba chupando la polla, el chabolista, seguía metiéndome la zanahoria en mi culo, ahora con mayor facilidad y menos dolor.
    
    Así, así chúpame la polla, maricón, ay que bien chupas, ay que boquita más golosa que tienes.
    
    Después de un ratito el recién llegado le dijo al chabolista, mientras yo le chupaba la polla y él me pellizcaba los pezones. Déjame darle por el culo que ya no aguanto más, así de paso te dejo el culo del maricón más abierto y lubricado. Anda quítale la zanahoria del culo y deja que me lo folle.
    
    El chabolista sacó la zanahoria de mi culo y le dijo que cómo me quería follar, si así tumbado sobre la mesa, o cómo prefería.
    
    Mejor me lo follo de pie, que se recline sobre la mesa, y le doy por el culo, dijo el tal Fidel.
    
    Así que me pusieron de pie, y después de sentarse en la mesa el chabolista, coloco mi cabeza sobre su regazo, y mientras yo me agarraba a su cintura con mis brazos, el tal Fidel se colocó detrás de mí, abrió mis piernas y colocando su polla en la entrada a mi ano, dio un movimiento a su cadera enterrándome la polla en lo más hondo de mi culo.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh! Grité al notar toda su polla dentro de mí.
    
    Calla calla, pedazo de maricón, que ya te la has comido entera, me decía el tal Fidel. Se pegó más a mí hasta notarle los pelos de su pubis pegados a mi culo, y sujetándome por las caderas, empezó a mover su pelvis haciendo que su polla entrara y saliera de ...
    ... mi culo.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh! Que culito tienes, ¡ooohhh! Que gusto, ay que gusto, ay que gusto me da maricón, me decía mientras no paraba de darme por el culo.
    
    Yo estaba gozando con la follada de aquella polla que entraba y salía de mi culo rozándome la próstata, haciendo que mi polla goteara semen por todas partes, a causa del vaivén de la follada que me estaban dando.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ohhh! Gemía yo mientras me daban por el culo, y tenía sobre mi cara la tremenda polla del chabolista. Con tanto gusto que estaba sintiendo, no hice otra cosa que agarrar el tremendo pirolón del chabolista, y empezar a lamerlo y darle chupetadas al glande que se mostraba hinchado y colorado a más no poder.
    
    Te está gustando mariconcito, te gusta, ¿eh? Me decía el chabolista mientras con sus manos iba pellizcándome los pezones. Pues no te preocupes, que luego lo vas a pasar mejor. Te voy a preñar bien preñado este culito tan rico que tienes.
    
    De repente el que me estaba dando por el culo, clavó sus dedos en mis caderas, y metiéndome la polla más a fondo, empezó a jadear y gritar, me corro, me corro, ¡ooohhh! Me corro, ¡ooohhh! Ay que gusto, ay que gusto.
    
    Había soltado 5 largos trallazos en lo más hondo de mi culo, y luego de eyacular, quedó agarrado a mis caderas, dándome besitos por la espalda, hasta que su polla fue saliendo de mi culo una vez se había descargado por completo.
    
    Ohhh que gusto maricón, que gusto me has dado, que pedazo de culito que tienes, me decía acariciándome ...
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