Historia de amor de una hija con su padre 5
Fecha: 14/04/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Yessenoaec, Fuente: SexoSinTabues
Hola mis hermosos lectores y lectoras, los he tenido abandonaditos, pero deben comprender que a veces el tiempo no alcanza, además tengo sentirme inspirada para poder relatarlas estas memorias tan especiales que llevo grabadas en mi mente, en mi cuerpo y en mi corazón de lo que fue esta Historia de Amor entre un Padre y su Hija. Bueno, pues seguimos los consejos de la obstetra y esperamos quince días para que haga efectos la inyección anticonceptiva, durante ese tiempo la rutina siguió igual con mi macho, desnuda mientras él estaba en casa, siempre presta a sus necesidades sexuales, siempre ansiosa por saborear su pene de sentir su líquido preseminal, tragarme sus testículos llenos de pelos, bueno con una novedad que mi marido me pedía que mientras lo masturbaba le lama y le chupe el ojo del ano produciéndosele unas eyaculaciones descomunales, que lamentablemente eran desperdiciadas porque al estar trabajando su ano no podía beberme su semen. Les cuento que en esos días me volví en una experta en el sexo oral, me lograba introducir toda la extensión del falo y lograba tragarme todo el semen que eyaculaba mi padre. Recuerdo con precisión fue un 16 de abril, yo tenía 14 años con 4 meses cuando por fin luego de tanto sufrimiento llego la noche anhelada cuando mi virginidad preservada iba a ser entregada al dueño de mi vida, a mi macho, a mi padre, esa noche le cocine una cena muy especial rica en mariscos para que sus testículos pudieran producir la mayor cantidad de semen ...
... posible. A lo largo de ese día a pesar de que me la pase desnuda como él había ordenado ni siquiera me toco, y me ordenó no masturbarme. Les confieso que andaba mal como afiebrada, desesperada, quemándome por dentro, delirando de lujuria, mis pezones se mantuvieron erectos todo el día, el simple roce de las piernas producía que mi vagina secretara jugos más intensos que de costumbre. Pues bien, después de cenar, lavar los platos, bajar al río y traer el agua para bañarnos, mi macho ordenó que nos íbamos a bañar solos y por separado, él sabía manejar muy bien mi psicología, lograba elevar mi tensión y mi desesperación. Por ser el macho él tenía que bañarse primero, a continuación fue mi turno. Fui muy cuidadosa de bañarme bien y quedar bien limpia para mi padre, sin embargo la intensidad que mis flujos se sigan produciendo y era inevitable que no se concentrara el olor de mi sexo. Eso es algo que ni siquiera hasta el día de hoy (es por eso que mi Javiercito desde los 9 años se hizo vicioso de oler mis interiores, luego de haberlos usado todo un día). Entre a la habitación como lo hice aquella primera noche en la que le declaré mi amor a mi padre, desnuda con los senos firmes redondos masivos, con mi vagina y su pelaje selvático y abundante y mis nalgas redondas bien paradas, mis caderas anchas listas pare recibir sus arremetidas sexuales, mi cintura fina para que me pueda abrazar con fuerza como todo macho que se respete tiene que apretar a su hembra. Mi amado macho desnudo y ya ...