Cubriendo las necesidades de una madre
Fecha: 17/04/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... el mayor de los placeres que había y entonces pasó. Clavé por completo mi polla en ella mientras jadeaba en su oído. Empezó a salir mi semen y Marta gemía por el placer. Le clavaba rápidamente la polla y más semen salía, quedé sobre ella, besando su cuello y acariciando su cuerpo mientras mi polla menguaba en el interior de su vagina que se desbordaba de semen y flujos. Por unos minutos quedamos unidos por un sudoroso y lujurioso abrazo.
- ¡Qué placer más grande! – dijo mi madre.
Me levanté extenuado de su cuerpo, miré su coño y salía parte del blanco semen que le había regalado antes. La hice girarse y quedó boca abajo en la cama. De rodilla sobre la cama, empecé a hacerle un suave masaje en sus muslos, me encantaba acariciarla. Subí y continué con su culo, ella se agitaba y ronroneaba de gusto. Besé cada cachete de su redondo culo y los separé, desde sus labios vaginales hasta su ano, corría nuestros flujos. Besé su espalda hasta llegar a sus hombros, seguí hasta alcanzar su nuca. Le di un leve mordisco y su cuerpo se agitó. Me subí sobre ella poniendo mi flácida polla en su culo, entre sus cachetes.
- ¡Joder Juan, me vuelves loca! – gimoteo y empecé a mover mis caderas para frotar mi polla contra ella a la vez que mordisqueaba su cuello y hombros - ¡Sí cariño, sigue, me vuelves a poner cachonda!
Seguí por un rato agitando mi cuerpo contra el suyo, mordiéndola por su cuello, frotando mi polla contra su culo. Hasta que volvió la dureza a mi polla. Ella abrió un ...
... poco las piernas y dirigí mi polla entre sus piernas para buscar su coño. No la penetraba, pero mi glande se rozaba contra sus labios vaginales y ella se agitaba de placer. Por un buen rato nos dimos placer.
- ¡Cariño, guíame para que te pueda montar! – me dijo y me levanté.
Ella quedó a un lado, de rodillas, esperando que yo me colocara y la guiara. Así lo hice. Estaba en medio de la cama, con mi polla bien erecta. Podía ver a mi madre desnuda, con aquel liguero y aquellas medias que resaltaban su redondo y hermoso culo. Agarré sus manos y ella se colocó sobre mí, su coño sobre mi polla.
Se sentó y aprisionó mi sexo con el suyo, podía ver cómo sus labios vaginales envolvían mi polla y empezó a agitar sus caderas. Despacio, sintiendo el roce entre nuestros sexos, se agitaba y sus tetas se movían al mismo ritmo. Lleve más manos y las acaricié, sintiendo la dureza de sus pezones en las palmas de mis manos. Mi madre pasaba la lengua por sus labios y empezaba de nuevo a gimotear, ya se estaba poniendo caliente, muy caliente y en breve me follaría.
Levantó su culo de mí y agarró mi polla con una mano. Podía ver cómo mi glande se hundía entre los labios vaginales para perderse en el húmedo y cálido interior de la vagina de mi madre.
- ¡Oh, sí, qué dura está otra vez! – hablaba mientras se iba clavando mi polla poco a poco - ¡Me gusta sentir cómo entra en mi coño! ¡Cómo separa las paredes de mi vagina! – puse mis manos en sus caderas - ¡Sí, poco a poco, lléname con tu ...