Cubriendo las necesidades de una madre
Fecha: 17/04/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... polla!
Bajó un poco más y sintió mis huevos en su culo, se inclinó hacia delante y agarré su culo con las dos manos, lo acaricié con ganas y deleitándome en su redondez. Ella se movía despacio y mi polla entraba por completo en ella, hasta que estaba totalmente llena de mi polla.
Cómo un resorte, sintió más placer, se levantó y quedó sentada sobre mí, con mi polla completamente incrustada en su coño. Sus caderas se aceleraban cada vez más, mi polla la penetraba y su clítoris se frotaba contra mi sexo. Cada vez parecía más excitada, más cerca de conseguir otro orgasmo.
- ¡Sí, sí, sí…! – cada sí era un golpe de sus caderas y un poco más de placer - ¡Sí, sí, sí, sí…! – ella estaba follándome y su clítoris estaba disfrutando - ¡Más, más, sí, más, sí, ya, ya! – agarré sus caderas y la empujé contra mi cuerpo - ¡Sí, eso, así niño, así, fóllame! – estaba a punto de correrse, podía verlo en su cuerpo y en su boca que se retorcía de placer y aumentaba más sus gritos - ¡Ah, ah, más, fóllame más, más fuerte!
Me abandoné a mis deseos. Mi madre estaba a punto de correrse, agitando sus caderas sobre mi polla, llenándose por completo de su hijo, sus tetas se movían al ritmo de su follada, sus palabras me mostraban el placer que sentía… no podía seguir así. La incliné sobre mí y la besé con fuerza. Mientras una mano la sujetaba por la espalda, la otra agarraba su culo para que no lo moviese. Mis caderas se agitaban todo lo fuerte que podían y mi polla entraba y salía enloquecida ...
... de su vagina. Las palabras de mi madre pasaron a ser sonidos de placer, gritos de que el orgasmo empezaba a llenar su cuerpo. Entonces su cuerpo se tensó por completo y dio un gran grito mientras yo no bajaba el ritmo de mis penetraciones.
- ¡Siiií, fóllame fuerte! – estaba en el clímax y su cuerpo se movía sin control mientras la penetraba todo lo rápido que podía - ¡Joder, qué bueno! ¡No pares, sigue Juan, sigue! – sentía como mis huevos chocaban con su culo - ¡Sí, sí, sí! – levantó un poco el cuerpo y mi boca se lanzó a mamar sus tetas, aquello la volvió loca - ¡Ya me estoyyyyy cooorrieeeeendo! – su coño volvía a lanzar chorros de semen. Le clavé la polla hasta lo más hondo y su cuerpo se tensó al sentir el máximo placer.
Cuando acabó su orgasmo, se desplomó sobre mi cuerpo. Quedamos unidos por mi polla que aun estaba erecta dentro de ella. Me acarició y después se movió hasta que mi polla salió de su coño. Se tumbó junto a mí, sin ver bien cómo estaba, agarró mi polla y empezó a agitarla.
- Te voy a masturbar y quiero que me avises cuando te vayas a correr, quiero beberte. – aquellas palabras me excitaron.
Su mano me masturbaba y su lengua empezó a lamer mi pecho. Buscó mi pezón y jugó con su lengua sobre él. Que placer más inmenso, su mano me masturbaba, su lengua me lamía. Entonces sus labios se aferraron a mi pezón y empezó a mamarme. Aquello me produjo un placer especial, nunca lo había probado y sentí que me iba a correr. Empecé a gemir y ella supo que ya ...