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Una puta travesti en el extranjero
Fecha: 20/04/2019, Categorías: Gays Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos
... fue muchísimo mejor: era un negrazo caribeño con cuerpo de boxeador! Cuando lo vi hasta me asusté: “Mierda, ¿realmente voy a poder con este negro?” Le sonreí algo nerviosa (y creo que se dio cuenta), aunque en mi cabeza lo que más pensaba era el tamaño de su verga. “¿Será una de esas tipo monstro”? Mientras más lo pensaba más me excitaba y más ganas tenía de tenerlo dentro de mi cuerpo. Nos presentamos brevemente, intercambiando sonrisas. Me había vuelto a arreglar el maquillaje, limpiar el esperma de mi cara y puesto un babydoll negro semitransparente con portaligas y tacones negros de 15 centímetros. Me veía una mamacita claro. Miré el bulto en el buzo que llevaba puesto… no podía esperar más. Me abalancé sobre él, poniéndome de rodillas y le jalé de un tiro el buzo y la ropa interior. Oh my fucking god!! No era un humano lo que tenía allí… era un caballo. Era una verga de más de 25 centímetros, completamente negra, cabezona como un hongo gigante, llena de venas y totalmente afeitada. Sin dudarlo lo cogí con ambas manos y empecé a chuparlo como si de eso dependiese mi vida. Chupaba, chupaba y seguía chupando. A medida que lo hacía la verga crecía más, se hacía más gorda, las venas se hinchaban más y más. Ahora creo que casi llegaba a los 30 cm de largo. Tenía que metérmelo todo en la boca. Empecé a intentarlo… era imposible… lo metía cada vez más y más pero creo que a lo más llegué a tragarme los primeros 20 centímetros… era gigante… la cosa negra esa raspaba mi garganta… ...
... apenas podía respirar. Él se dio cuenta de mi desesperación por metérmela así que agarró mi cabeza y empezó a empujarla hacia su verga… no estaba muy segura si quería eso…podía asfixiarme. Tras mucho intentar logré llegar cada vez más al fondo de la garganta. “Seguro mañana no podré hablar” pensé. Su pene delicioso salía de mi boca completamente cubierto de una capa densa de saliva. Era hermoso. Pero suficiente de eso. “Rómpeme el culo amor… viólame como la puta que soy” le rogué. De inmediato me puso en cuatro sobre la cama; arrancó mi g-Sting, lamió la entrada de mi culo para lubricarlo (casi no hacía falta); “ahora sí, mételo con fuerza”… Y así lo hizo: tomó mis caderas son sus manos gigantes, acercó la cabeza a la entrada de mi culo hambriento… cerré los ojos… ”hazlo… hazlo” decía susurrando. Y lo hizo. De un solo tiro y con mucha fuerza ese negro enterró su verga de burro por completo dentro de mi cuerpo. ¡¡¡Oh dios!!! Grité (realmente, grité). Lo sentí entrar como un torpedo, sentía esa cabeza de hongo completamente en el fondo de mi recto…sus venas raspaban las paredes internas, sobándolas, casi podía sentir la sangre que las hinchaban. “¡Viólame, viólame por favor!!!! Le grité suplicante; tenía que sentir esa verga deliciosa con toda fuerza; y así lo hizo; me agarró las caderas más fuerte aún y empezó a taladrarme el culo de manera casi violenta, intensa, y brutal. Era una máquina de coger: su mazo entraba y salía, moviéndose como el pistón de un auto. Yo solo apoyé mi ...