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Una puta travesti en el extranjero
Fecha: 20/04/2019, Categorías: Gays Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos
... rostro contra el colchón, los brazos extendidos hacia adelante, aferrándome a las sábanas, mi cadera bien arriba, con las piernas expandidas y la espalda arqueada como una gata en celo. Cerré los ojos; solo quería sentir como ese negro me violaba sin piedad; los 30 centímetros de carne desaparecían y reaparecían; sus bolas cacheteaban mi culo cada vez que me penetraba. Estaba en el nirvana. Me tuvo así por un buen rato, no sé cuánto tiempo. Mi cuerpo estaba flácido, debilitado. Entonces, aún con la verga adentro me levantó en peso, cargándome hasta una de las paredes. Me arrinconó contra la pared, mis brazos y piernas bien abiertos y reinició la violación. Con fuerza animal mi cliente metía ese pedazo de carne en mi culo, una y otra y otra vez más. Cada vez en su verga entraba yo empujaba hacía atrás para que entre más y más fuerte. Al cabo de un rato, nuevamente me jaló, esta vez detrás del sillón que estaba en el centro de la sala; arqueó mi cuerpo sobre el espaldar, doblándolo casi por completo; mientras mi cara descansaba sobre el espaldar, él abrió mis piernas y siguió cachándome. Se había tomado mi pedido de violarme bien en serio. Y yo no quería que pare. Pero tarde y temprano tenía que explotar. Pensé, mi boca y mi culo ya gozaron un montón, pero me falta algo más: quiero que me bañe con su esperma. Cuando noté que estaba por venirse, me puse de rodillas frente a su verga; “báñame con tu leche amor” le pedí con una sonrisa lasciva. Empecé a masturbarlo con ...
... ambas manos, apuntando hacia mi cara; tenía la lengua afuera, esperando mi postre. Lo masturbé más duro, más rápido… ”vacíate amor, vacíate ya” Él gemía, sabía que pasaría pronto… ”semen, semen… semen” era todo lo que pensaba. Y de pronto pasó: lanzó un gemido más fuerte y la leche salada y calientita empezó a fluir de la punta de su verga: ¡¡¡oh sí, sí, sí!!!! Más y más semen, cubriendo mi cara por completo, mi lengua, mi cuello. Así como tenía una verga de caballo, también tenía leche para 20 putas. El esperma no dejaba de salir…” ¡báñame amor, báñame!!” Cuando terminó yo tenía el rostro completamente cubierto de delicioso esperma de negro. ¡Divino! La leche chorreaba mi cuello, mis pechos, todo el resto de mi cuerpo; antes que se terminara, me metí por completo su verga a la boca para chuparle la última gota que quedase. Con mis dedos tomé un poco de semen de mi cara, jalándola hacia mi boca, y luego me chupé los dedos. “Eres una puta deliciosa y salvaje” me dijo. “La mejor puta que he conocido” Pasado el éxtasis me dejó 100 euros en la cama. Se vistió, y me dio un beso en mis labios aún con esperma. Al salir del cuarto fui al baño para mirarme al espejo: era un desastre – semen por todos lados: el cabello, cara, cuello, pecho. Para cerrar la noche, usé ambas manos para esparcir todo ese esperma por todo mi rostro, cubriéndolo como si fuese una mascarilla de maquillaje. Ahora, con la cara casi blanca de leche salada, me acerqué a la ventana abierta de mi habitación, que ...