1. Historia de un descubrimiento


    Fecha: 21/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Sexo con Maduras Lesbianas Autor: carmen_garc, Fuente: xHamster

    ... entregado. Nunca había probado el sabor de ser quien dirige, quien marca la pauta, de quien antepone su sexualidad a cualquier otro deseo. Mi lengua recorrió tu geografía, desde el cuello hasta su vientre dejando un húmedo itinerario sobre tu piel. Mi lengua exploraba tu cuerpo, erizando cada poro de tu piel, hasta llegar al centro de tu placer que palpitaba y esperaba húmedo, fragante. Mis dedos lo recorrieron de arriba abajo, explorándolo, mientras mis labios buscaban apagar su sed con tu néctar. Estaba muy excitada, ebria de deseo, de un deseo tenebroso, oscuro, pecaminoso, fascinante, nuevo. Tu entrega era absoluta. Unas horas antes eras libre y poderosa. Yo te arrebaté parte de tu libertad. En ese momento te habías abandonado, me estabas entregando todo rastro de tu libertad mientras yo descubría secretos de tu cuerpo que no te habías imaginado. Tu cuerpo se agitó y descargó toda la tensión acumulada en mi boca, una tensión que yo bebí. Hubieras aprisionado mi cabeza con tus muslos para que no te abandonara, pero las ataduras te lo impidieron y mi boca pudo buscar tu sabor libremente. Te miré. Tus ojos transmitían una mezcla de deseos, suplicaban para que no te abandonara, me decían que te tomara, que eras mía sin condiciones, también mostraban temor, pero creo que el temor ya no era hacia mí, era temor de ti misma, temor por lo que estabas dispuesta a hacer.El tiempo había pasado muy rápido. Eran las cuatro de la tarde y aún no había comido. Tenía hambre. El torbellino ...
    ... de sensaciones que había recorrido mi mente aquella mañana no había sustituido mis necesidades físicas. Así que me arreglé y compuse mi vestimenta.Bien zorrita, tengo hambre. Tu te vas a quedar aquí, esperándome, deseándome.Volví a vendarle los ojos, tu indefensión así era mas acusada, y me fui.En mi camino hacia casa había una sex-shop. Nunca había prestado atención. Sus escaparates completamente negros habían tapado también mi interés por lo que pudieran ocultar. Pero aquel día, al pasar frente a su puerta algo había cambiado. Sus escaparates negros escondían un mundo desconocido, un mundo que ahora sí quería descubrir. No lo dudé y entré. Al principio la escasa luz y los neones que marcaban las distintas secciones me aturdieron un poco, pero en poco tiempo me acostumbré. En la sección de juguetes tomé diferentes consoladores y me hice con un arnés, me dirigí a la sección de sado y adquirí todo tipo de pinzas, fustas, collares, correas y esposas. Finalmente me fui a la a sección de ropa. Allí elegí una falda de cuero, un corsé, unas botas que llegaban hasta mi rodilla y unos zapatos con un tacón imposible. El precio no importaba en aquel momento.Con todo el equipamiento me dirigí a casa. Estaba muy excitada y apenas pude comer. Metí la comida sobrante en un tupper pensando en que tu también debías comer. Estudié con calma mis adquisiciones y, como no, probé la ropa. El tacto del cuero era fantástico. Busqué en mi cajón unas medias negras que hicieran juego con todo aquello. ...
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