1. Alicia 09/25


    Fecha: 28/04/2019, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... manejada por la inocente niña. Claro que los muñecos no representaban atributos sexuales, pero la imaginación cubriría todas aquellas falencias, los trapitos cosidos a mano se convertían en sensuales ropajes para quitar lentamente, las manos de duro plástico con dedos apenas visibles se convertían en pulpos hambrientos en el cuerpo del otro muñeco. Parece que estos jueguitos no eran suficientes y los alternaban con "visita médica", jugar al doctor quizá era más emocionante que insuflar vida a muñequitos inanimados. Permitía que reales manos pudiesen auscultar, pudiesen tocar la piel en zonas que normalmente estaban fuera de los límites. La ocasional paciente podía sentir cómo eran investigados sus agujeritos, cómo era natural hablar de diferencias anatómicas y las curiosidades infantiles por ver eso que el varoncito decía tener entre la piernas. Una nena creía natural tener tajito en ése sitio, cómo se podría hacer pis de otro modo ? , pero sus pequeñas manos reconocían ese también pequeño cosito que sobresalía de su compañero de juegos. Una lengüita que se metía por mi oreja casi tapaba las palabras que entraban por ese lado, parece que dividían todo en dos esferas, las sensaciones que me prodigaba la chiquita desde atrás y las otras sensaciones, casi prohibidas sensaciones que goteaban entre las palabras de la mayor. Los movimientos sobre mi falda no pasaban desapercibidos por la diosa, y le pidió que contase similares situaciones con su adulto tío, cuando eso que le ...
    ... pinchaba la colita debía ser aplacado de otro modo. Mary no parecía muy buena relatando esas cosas y decidió que era mejor una demostración práctica, bajando su mano se aferró al hierro candente que yo creía escondido y ausente en esa reunión, ese hierro que solamente podía ser agarrado por mi chiquita y me sentía algo molesto, pero mi bebita solamente animaba a su amiga con un "dale, dale". Con un grácil movimiento se bajó para arrodillarse en el piso, sus manos tomaron con maestría aquella punta que ya asomaba de mi pantaloncito extrayendo toda la humanidad carnosa, solamente quedaban tapados los callados y peludos hermanos. Acariciando y admirando aquel aparato lo apretaba y movía disparando la libido de mi pequeñita, que se descargaba através de sus manitas tironeando mis vellos pectorales. No se hizo esperar la boca que se abría en el camino para encontrarse con el monstruo, parece que estaba decidida a matarlo mediante ahorcamiento y ahogo. Esa boca se abría mas de lo que esperaba, esa boca sabía posicionar los dientes para no lastimar el trozo de carne que solamente recibía la presión de los labios, recibía la humedad de mucha saliva que era desparramada por una experta lengua, su mano acompañaba todos estos ajetreos subiendo y bajando lentamente, haciéndome ver las estrellas aún bajo el techo de la cocina. Las manos que se desesperaban a mi espalda jalaban y se enredaban en mi cabeza, estaban expectantes de una inminente explosión, sabían que yo no podría durar mucho más en ...