Luis, Jacobo y un verano 06 El macho primitivo que se folla a Jacobo
Fecha: 22/08/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... estirando su cuerpo y poniéndose de puntillas, lucía unas preciosas y larguísimas piernas. Llevaba un pantalón muy corto de tela vaquera, al estirarse se veía el inicio redondo de sus nalgas y se le subía el breve top que llevaba dejando ver su ombligo, Julio reía y con la otra mano intentaba evitar que la chica se le acercara sujetándola del hombro. Resultaba atractiva con su melena castaña, de pelo largo y ondulado casi hasta la cintura, pero no tenía tetas. Esquivó la mano de Julio y abrazó su cintura alargando más el brazo, parecía una gata escalando un árbol, la hubiera matado, se pegaba a él apretada a su cuerpo. Todo era un juego de compañeros pero, ¿por qué no le entregaba de una vez lo que llevaba en la mano? Cuando fue él el que se sujetó a ella para no caer, creía que me fundía deseando perderme y no ver, ser un trozo de hielo deshaciéndose al sol y al que absorbe la tierra, desaparecer. Nos alejamos hasta un banco de hierro, dejamos las bicis y nos sentamos sobre el respaldo con los pies en el asiento para observar a la gente y sobre todo al grupo de Julio y Bruno, esté hablaba también con otra de las chicas y se divertían mirando la escena que montaban Julio con la muchacha. -¿Hemos venido para esto? Mírales. – le hable a Jacobo que golpeó con el pie sobre el asiento. -¡Bahh! Son hombres, déjales. –volví la cabeza para mirarle. -¿Y nosotros que somos? -todos somos muchachos, ¿por qué entonces ellos se integran así y nosotros permanecemos solos sin que los chicos ...
... se nos aproximen? Jacobo sonríe malévolo enseñándome los dientes apretados. -Mariquitas primo, lindas mariquitas que asustan a los machos aunque deseen tenerlas en sus manos y recorrerlas con sus dedos, ¿aún no te has dado cuenta? -no se detuvo, continuó hablando y me señaló a los chicos de antes, que ahora se sentaban en los escalones de la iglesia. -Uno de esos chicos nos ha mirado antes, el de las piernas puludas, seguro que ha pensado algo sobre nosotros y le hubiera gustado tenernos en otro lugar, a solas sin la compañía de sus amigos, pero no se decidirá a proponernos algo y ni loco va a hablarnos estando sus amigos delante. –ahora si se detuvo pare correr con la mirada toda la plaza. -¡Basura cobarde! -no sonaba que lo dijera con ira, era una muestra de desprecio ante esa forma de ser. Seguimos un rato observando sin hablar hasta que salieron de misa, Rufo llevo el coche hasta la puerta, no le había visto por allí y recogió a los abuelos que salían hablando con el sacerdote, éste los acompaño hasta el coche y allí los despidió. Me estaba comenzando a aburrir y llegó Bruno con una bici en cada mano. -Os las dejamos un momento, vamos a dar una vuelta con aquellos. –hablaba deprisa a la vez que dejaba sus máquinas apoyadas en el banco. -Atadlas si queréis, nosotros nos vamos. –Jacobo se levantó y tiró de mí para que me pusiera de pie en el suelo. -Vamos, sígueme. –Bruno le miró asombrado y molesto pero no habló. Pedaleamos sin hablar, no se detuvo y habíamos rebasado la ...