Luis, Jacobo y un verano 06 El macho primitivo que se folla a Jacobo
Fecha: 22/08/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... entrada a la carretera de la hacienda y continuamos llaneando, a lo lejos veíamos el siguiente pueblo, disfrutaba del aire que golpeaba mi rostro y resbalaba por mi espalda inclinada, batiendo los faldones de mi camisa que se me habían escapado de la cintura. Antes de llegar al pueblo había una gasolinera que tenía un bar, estaba como a quinientos metros de las primeras casas, Jacobo se desvió para llegar hasta el edificio, estaba todo solitario, sin clientes a esa hora. -Vamos a tomar un refresco y luego volvemos para bañarnos antes de comer. –dejamos las bicis contra la pared, en la puerta, y entramos en el bar, no era nada especial y un señor mayor pasaba un paño por la máquina de hacer café. En la barra estaba un hombre con un buzo verde, seguramente un empleado de la gasolinera, tomaba un café que el mayor debía terminar de ponerle, aún se mantenía el aroma en el aire. Nos acercamos a la barra, y Jacobo pidió dos refrescos. El señor dejó el trapo y se volvió, era un bastante viejo de unos sesenta años, fuerte y gordo pero de cara agradable. -¿De qué queréis el refresco chicos? -el chicos lo pronuncio con una entonación especial a la vez que nos miraba de arriba abajo. -Cocas, dos por favor. -Jacobo extendió un billete para pagarlas, al dar la vuelta para ir a sentarnos a una mesa encontré la mirada del señor del buzo observándonos. No era tan mayor ahora que le veía de frente, tendría como treinta años pero era grande y fuerte, moreno y con el pelo alborotado, un poco ...
... de barba ennegrecía su cara, nos miraba con detenimiento estudiándonos cada movimiento. -¿Dando un paseo? -me giré para contestarle llegando ya a la mesa donde Jacobo se sentaba. -Si señor… -tenía una voz gruesa y ronca, agradable diría yo. Me senté en una silla al lado de Jacobo y comencé a sorber de la pajita ya que a mi primo le gusta beber así y había pedido para los dos. -Esta buena con este calor. –nos llegó desde la barra la voz del señor, para no resultar descorteses nos giramos ligeramente y en lugar de mirar por la ventana lo hicimos hacia el mostrador. El señor de detrás de la barra trasteaba con botellas sin prestar a tención, escuchando la televisión y levantando la mirada hacia el rincón donde la tenía. El de la barra deslizó la cremallera del buzo, bajándola hasta su ombligo, no llevaba camisa ni camiseta y podíamos ver su potente pecho, de amplios pectorales, cubierto de negro y crespo pelo. Sonreía y disimuladamente comenzó a tocarse la entrepierna. Miraba al viejo de la barra algunas veces pero el otro no vería la maniobra aunque mirara al estar pegado al mostrador. Miraba asombrado las maniobras del hombre y giré para mirar a mi primo, Jacobo no perdía detalle y se estaba comenzando a excitar, se pasaba la lengua por los secos labios, volví los ojos, el hombre se apretaba la tela del buzo para hacer notar lo que llevaba dentro y que ya debía tener duro por el tamaño que presentaba bajando por la pernera, supuse que no llevaba calzoncillo o este era de pata y ...