Le fui infiel a mi novio y lo gocé
Fecha: 04/05/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: carmenmosqueda, Fuente: RelatosEróticos
... chiquito, así—. Fuera de eso no había más.
No sé si era mi calentura pero yo sentía la erección de su verga aún más grande que en el departamento. Mis paredes y mi interior también lo notaron y no tardé más de 5 minutos desde que me la metió en venirme. Fue un orgasmo delicioso, yo enterraba mis uñas en su espalda (por encima de su camisa puesta) y buscaba su boca con la mía fervientemente. No recuerdo bien lo que entre gemidos de placer le grité mientras me venía, sólo sé que cerré mis ojos y mis “Ay” constantes delataron mi orgasmo.
No pasaron más de 2 minutos que después de mí, el orgasmo de mi macho se hizo presente.
—¡¡Ahhhh, ahhhh, bombón, toma, toma, toma…!!— salió de la boca de mi príncipe.
Instintivamente abrí mis piernas lo más que pude para recibir su descarga. Otra vez lo había dejado venirse dentro y sólo después de unos segundos recobró las fuerzas para mirarme directo a los ojos y besarme apasionadamente.
Nos reincorporamos, otra vez acomodé mi vestido y mis medias. Esta vez la situación fue más incómoda pues cuando estuve de pie fuera del coche sentí que un charco de su semen invadía mis cacheteros y, posteriormente, mis medias. ¡No podía ser! El rastro de mi infidelidad ahora se escurría alrededor de mi vagina.
Me despedí de él y le di mi número de celular. Siguió diciéndome que era una princesa muy malvada y que en cuanto nuestros tiempos lo permitieran, le encantaría verme.
—A mí también, Daniel. Pasé una tarde-noche inolvidable ...
... contigo— le dije.
Luego le guiñé el ojo y nos dimos nuestro último beso en la boca. Él se quedó en el coche, y me dijo que en unos 15 o 20 minutos se iría para no levantar sospechas ni que lo viera nadie.
Yo me fui caminando como si nada. Recorrí gran parte del estacionamiento notando los pocos coches que quedaban. Cuando pase por el lugar donde vería mi novio, noté que aún no había llegado y me dirigí al baño de mujeres.
Fue en ese trayecto coche-baño que noté todo el líquido que se acumuló en mis bragas y, a puro tacto, me di cuenta que era muchísimo. Inconscientemente empecé a dar pasos más pequeños para evitar una desgracia mayor y que el semen se precipitara hacia afuera.
En el baño tampoco había nadie. Sin problema me metí a un excusado, subí mi vestido, bajé mis medias y mis cacheteros y pude limpiar todo sin problema. Luego volví a cambiarme a placer y asegurarme que nada se viera fuera de su lugar. Me maquillé y me retoqué el pelo. Mi labor de ocultar cualquier rastro de infidelidad me tomó unos 20-25 minutos. Salí del baño y me dirigí otra vez al estacionamiento.
Saqué mi celular y me di cuenta que, aparte del mensaje que me mandó mientras cogía en el estacionamiento de la escuela, mi novio me había mandado muchos más y yo ni por enterada.
Desde algunos metros de distancia, logré ver que mi novio ya había llegado pues su coche estaba en el lugar de siempre. Entré y lo saludé como si nada.
—Hola, amor. Las niñas se fueron hace unas horas y me quedé ...