f) Óliver me confunde
Fecha: 07/05/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... cara sería y rehuyendo encontrar mi mirada. antes de que mi padre le preguntara tenía su respuesta preparada.
-Me quedé con Mateó estudiando después del fútbol. -papá renuncio a indagar más, dio un beso a los tres y pasó olímpicamente de mi para subir a dejar su mochila. Los demás no se dieron cuenta y para mi fue la muestra de su enfado.
Cenamos y pudimos hablar, los que no paraban eran José y Rafael, relatando lo que había pasado en el colegio y de un nuevo profesor que había comenzado a darles clases de matemáticas. Nuestra madre les había prometido llevarlos de viaje en el verano, para practicar surf en algún lugar de las Landas francesas, debía ser la actividad favorita de su pareja.
Me alegré por ellos, que pudieran estar al aire libre de acampada, y todo el día en la playa, papá les pidió que ahora se dedicaran a terminar bien el curso y que después hablarían. Podía sentir que tenía celos de que aquel hombre que le había robado la mujer, lo hiciera también con sus hijos pequeños.
Nuestra madre y su pareja no habían tenido hijos, posiblemente no lo quisieran pero sus necesidades afectivas, en ese aspecto, las cubrían con mis hermanos.
A pesar de la revolución que organizaban hablando, papá no cesaba de mirar a Óliver callado, y escueto en responder cuando se referían a él, quise agarrarle la pierna por debajo de la mesa para llamarle la atención y me la retiró sin volverse.
Fue el primero que se despidió para irse a la cama y unos minutos más tarde lo ...
... hicieron los mellizos, ayudé a terminar de recoger la cocina a mi padre.
-A Óliver le ha pasado algo.
-No será importante papá, lo hubiera hablado de ser así. Serán problemas con sus amigos, mañana estará olvidado y no tendrá importancia. -dejó el trapo que tenía en las manos y me reclamo para darme un abrazo.
-Intenta que te cuente lo que le sucede, siempre has sido su confidente y cómplice.
-No te preocupes, lo haré. -me entretuve para no subir y dejé que papá usara el baño, lo intentaba superar pero estaba preocupado sobre lo que mi hermano podría haber averiguado sobre mis actividades.
Temía que lo que supiera le hiciera daño y, así de pronto, eso era lo que apreciaba. Entré en el baño para lavarme la boca antes de ir a la habitación. Óliver permanecía tumbado sobre la cama, tenía el brazo izquierdo elevado, con la mano debajo de la nuca dejando ver los duros pelos del sobaco, la pierna del mismo lado doblada, estaba vestido con un calzoncillo de algodón blanco y flojo, la mano derecha sobre el bulto de la entrepierna ocultándolo ayudado por la pierna doblada.
Aún no habían llegado los fuertes bochornos del verano pero el aire estaba caliente y tenía la ventana abierta, le miré un instante, para estar de acuerdo con Noa de que resultaba un chiquillo increíblemente llamativo y deseable para las mujeres. Me tumbé a su lado izquierdo justamente en el borde sin tocarle, miraba continuamente al techo y apagué la luz.
Estuvimos unos minutos escuchándonos la ...