f) Óliver me confunde
Fecha: 07/05/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... respiración, nuestra habitación daba a la huerta y al río, se podía oír lejano el pasar del agua y el croar de alguna rana llamando a un macho que la fertilizara.
-¿Estas molesto por algo Óliver? -le hablaba con suavidad y se apartó un poco más de mi sin abandonar la postura.
-No quiero que lo hagas más. -la voz le sonaba muy ronca y sabía ya a lo que se refería, pero continué con mi indagación.
-¿A qué te refieres? -me di la vuelta para mirarle, le veía el perfil de la cara contra la claridad de la ventana y olía el tenue perfume del sudor en su sobaco.
-Lo que hacéis en ese lugar, ¿no creerás que soy tonto?
-Vamos a trabajar, es nuestro lugar de trabajo Óliver.
En lugar de responderme cogió el teléfono de la mesita y lo encendió. Al instante tenía ante mí la escena de una película donde un actor me sodomizaba desde atrás, y podía escuchar mis gritos pidiendo que me la diera fuerte, resultaba una escena brutal mirada fuera de contexto.
-¿Llamas trabajo a esto? -tardé en reaccionar y Óliver seguía mirando la escena.
-Se trata de una actuación, nada más…, está bien lo admito, soy actor porno, pero es un trabajo como otro cualquiera.
Se puso a trabajar como loco en el teléfono.
-¡Ah!, sí. El trabajo de papá en la fábrica es como esto. -había puesto la escena de otra película y luego otra mientras le temblaban las manos.
-Para ya Óliver, si querías avergonzarme lo has conseguido, ¿que es lo que quieres? ¿Qué te pida perdón? Pues de acuerdo, lo ...
... hago.
-¿Por qué lo haces? ¿Por qué? -estaba tremendamente dolido, como si me acusara de haber cometido el mayor delito.
-Apaga el móvil y hablemos, ¡por favor! -me hizo caso y dejó el teléfono donde lo había cogido y volvió a colocar la mano bajo la nuca.
Le acaricié delicadamente los pelos del sobaco y luego llevé la mano a su cara. Si supiera lo que me dolía el causarle este dolor… No había pensado que algo de esto pudiera suceder, que tarde o temprano alguno sabría lo que hacía.
-¿Por qué me has empezado a espiar? ¿Sabe papá algo de esto? -Óliver se volvió para mirarnos de frente.
-Por él comencé a investigar, me preguntaba si sabía lo que hacías, si me contabas algo sobre tu trabajo y me di cuenta de que ninguno sabíamos nada salvo que traías dinero a casa.
-Tengo que hacerlo Óliver y tú tienes que ayudarme para que ellos no se enteren. -pasé mi brazo por su pecho para traerlo hacia mí y le besé la mejilla.
-¡Por favor Óliver! Hermanito, prométeme que no les dirás lo que sabes, sufrirían como ahora te pasa a ti y ya es suficiente. Tengo que trabajar y en otra cosa no puedo. -le escuché un gemido desgarrador y le abracé más estrecho.
-Pero yo te quiero Alonso, te amo, no quiero que cualquiera te folle y use tu cuerpo. -creía haber oído mal, que mis oídos me traicionaban, y antes de encontrar algo lógico que decirle, lo tenía encima de mí buscando mi boca con la suya besándome desesperado.
-Te amo Alonso, te quiero y tengo celos. -se abría camino ...