Cogiendo con mi hijo 2
Fecha: 23/08/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: josefina, Fuente: RelatosEróticos
... cuatro patas sobre el sillón y me chupó culo y concha por detrás, a la vez que metía los dedos a su antojo. Me sorprendió con una rápida maniobra que me dejó colgando cabeza abajo con mi boca a la altura de su pija, mientras que él, parado, tenía su cabeza entre mis piernas y me chupaba como si fuera a acabarse el mundo. Un 69 vertical que nos encendió y nos hizo acabar a los dos, aunque esta vez yo saqué la verga de mi boca y dejé que eyaculase en mi cara. Me bajó y pasó sus manos delicadamente por mi rostro lleno de leche, dejándome una máscara facial que, lejos de darle asco, lo atrajo hacia mi para comerme la boca a besos.
Nos tiramos sobre la alfombra, yo de espaldas al piso y él ensartándome ese miembro que se recuperaba con facilidad. Chupó mis tetas. Se hechó sobre mí y pasó una mano por debajo de mis nalgas para meterme de nuevo los dedos en el culo. Se arrodilló y puso mis piernas sobre sus hombros. Luego hicimos tijerita, posición con la cual siento que me llega hasta la garganta. Mis gemidos volvieron a tronar en el ambiente y no dudo que los escucharon los vecinos.
Acabé nuevamente, pero quería más. Gustavo me puso en cuatro chupó mi culo unos segundo para llenarlos de saliva. La metió y comenzó a serrucharme sin piedad. Yo siempre tuve sexo anal con él, y con mi hijo Pablo, por eso ya no me duele, por lo que sus embestidas son puro goce. Sin sacarla y apretándome contra sí, se recostó sobre el suelo y yo pasé a quedar sentada sobre su palo aunque de ...
... espaldas a él. Era mi turno de cabalgar y lo hice como si estuviera corriendo el premio Carlos Pellegrini del Hipódromo de San Isidro o Palermo, no sé en cual se corre.
A las embestidas que le daba seguían momentos en que me sentaba y presionaba unos segundos, girando en círculos. Me recosté hacia delante para que sólo contemplara mi culo ensartado, cosa que le da gran placer observar, y así subía y bajaba con las caderas. Me llenó el recto de deliciosa leche pero se quedó dentro hasta que se la verga más deliciosa del mundo se volvió flácida. Cuando la sacó y su leche caía desde mi agujero por mis piernas, pasé mis dedos y traté de meter todo de nuevo ahí dentro. Con ese panorama frente a sus ojos, Gustavo me pidió que subiera un poco sobre su cara para que con la mía quede a la altura de su verga. Así se la comencé a chupar, mientras que él metía su dedo índice en el mi orto super dilatado y lubricado, y el anular en mi concha.
Tras descansar un rato, abrazados sobre la alfombra dándonos a entender cuánto nos amamos y lo mucho que queremos volver a estar juntos bajo un mismo techo con Pablo y Sofía, soltó una pregunta que me dejó una mariposa gigante en la panza, un deseo que explotó ahí mismo en mi interior:
- Nunca te lo había preguntado, pero me gustaría saberlo: ¿en el tiempo que llevamos separados cogiste con otro?
- Ay amor, cómo se te ocurre, si para eso estas vos –mentí, recordando mi aventura con Federico, mi compañero de trabajo, aquella vez-. El único ...