1. Cogiendo con mi hijo 2


    Fecha: 23/08/2017, Categorías: Incesto Autor: josefina, Fuente: RelatosEróticos

    ... como marido porque te amo. Pero lo que vivo con Pablo me gusta mucho. La decisión depende de vos, incluso la de mandarme presa...
    
    - Basta, calláte un minuto por favor. Mirá sigamos como estamos un par de semanas. Dejáme pensar que es todo esto y tomar una decisión. Olvidáte de denuncias y toda esa mierda. Quiero pensar si voy o no compartir a mi esposa con mi hijo. Pero me preocupa Sofía, mucho...
    
    - Por ella no te enloquezcas, no sabe nada y esta haciendo su vida como siempre. Te pido que no la sumemos a ella a este quilombo...
    
    - Obvio que no, amor, por más que te guste coger con tu hijo, no le podemos joder la vida a ella, porque seamos sinceros, sabemos que todo esto es una mierda.
    
    - Lo sé amor, pero vos decidís: si querés corto todo con Pablo y seguimos sólo vos y yo. Sino, seguimos los tres. O también podés irte haciendo todo el escándalo del mundo que vas a tener razón.
    
    - No Jóse, no. Ningún escándalo, pero te digo que quiero pensar bien por unos días, todo esto es muy fuerte. Por ahora sigamos cogiendo nosotros, saliendo a pasear los dos, a comer afuera como venimos haciendo, dame unas semanas y vemos. Vos seguí tal cual hasta ahora si querés. Ya veremos que haremos.
    
    Nos levantamos del suelo y nos sentamos a tomar un café en ...
    ... la sala. Había un silencio dominando el ambiente, espeso pero de ninguna manera había enojo, ira u odio en su preferencia por callar. Me miraba incrédulo, pero me sonreía por momentos con una luz en ojos que indicaba que algo en él había hecho un clic.
    
    Estaba luchando contra su rigidez cultural. Sabía que había algo malo en todo esto pero quería indagar, conocer, opinar, experimentar. Así, de buenas a primeras, dejó su pocillo en la mesa y se me acercó, alzándome a upa y llevándome a su dormitorio.
    
    Mi tristeza era real, sabía que mis relaciones con Pablo no estaban bien. Pero para qué negarlo: me gustaba como estaban sucediendo las cosas. Ya me había quemado pero no sacaría las manos del fuego. Pero la tristeza venía acompañada por mayores dosis de felicidad por saber que lo que venía deseando en los últimos meses podría concretarse muy pronto: mi esposo de vuelta en casa, mis dos machos juntos, los hombres a los que amo, estarían sólo para mí.
    
    Ruego que me escriban mujeres al mail. Desde el relato anterior sólo lo han hecho hombres, muchos de los cuales se han comportado como caballeros en sus comentarios. Otros como verdaderos pajeros pelotudos. La opinión femenina a todo esto será para mi muy importante. Gracias y besos a todos. Josefina. 
«12345»