Mi querida alumna
Fecha: 11/05/2019,
Categorías:
Jóvenes
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que sabía que pasaría el examen. Ella sonrió aliviada y siguió con su examen, todo eso se lo dije en voz baja para que no me oyeran los demás.
Cuando terminó el examen pasé al otro grupo y cuando salí me sorprendió verla esperándome en la calle.
-Sólo quería agradecerle que no me reprobara. Sabe, tengo que ayudar a mis papás y no siempre tengo tiempo de estudiar, pero le prometo que no volverá a pasar- me dijo mientras caminábamos.
- Esta bien, no te preocupes, espero que sea la última vez. No quisiera que reprobaras mi curso, pues he visto que eres inteligente - le dije y me despedí de ella.
Pasando los días noté que me miraba fijamente y sonreía al verme, por mi parte me sentía un tanto raro, ¡me estaba enamorando de mi alumna!. Poco a poco, no dejaba de pensar en ella. Ya contaba los días para volver a verla y cuando llegaba al salón ahí estaba esperándome. Poco a poco me fue ganando, pero no podía hacer nada, no antes de que terminara el curso. Así que así siguieron pasando los días, hasta que llegó, muy a mi pesar, el fin del curso, pues eso significaba que ya no la vería; así que si quería decirle lo que sentía tendría que ser pronto o si no la perdería.
Empezaron sus exámenes y empecé a aplicarlos a los demás grupos, a ella sólo la veía cuando salían en el pasillo. Acabé con el grupo que tenía y fui al baño. Saliendo pasé por un salón vacío y vi que estaba sentada leyendo un libro, sus compañeros ya se habían ido, de modo que prácticamente estábamos ...
... solos. Me acerqué y al escucharme volteó y me sonrió; le pregunté qué leía y me dijo que estaba estudiando para mi examen y empezamos a platicar un poco de todo. Me preguntó si iba a extrañarlos y le dije que sí, pero más a una persona, mas no le dije a quién; ahí vi mi oportunidad de decirle lo que sentía, ella insistía en saber a quién, hasta que le dije que era una alumna muy especial de la que me había enamorado sin pensarlo, sólo que no le había dicho nada por evitar problemas y ella empezó a nombrar a sus compañeras, mientras yo decía que no, hasta que solamente quedaba ella. Fue entonces cuando le dije que esa alumna era ella y su mirada se hizo más tierna aún. Sin decir ella nada, le dije que me gustaba mucho, que me encantaba su forma de ser (no le dije que también me encantaban sus tetas, sus piernas y, sobre todo, sus enormes y deliciosas nalgas) y que, sin darme cuenta, me había enamorado de ella, que se lo decía pues no quería perderla sin que lo supiera. Se quedó callada y por un momento pensé que iba a molestarse, pero afortunadamente me dijo que también ella sentía lo mismo por mí y que también quería decírmelo. Fue entonces cuando comencé a besarla y a abrazarla. Al principio muy suave y tiernamente, pero después subieron de intensidad las cosas. Por fin mi oportunidad de acariciar su hermoso cuerpo se me presentaba, así que empecé a sobarle las tetas por encima de la ropa (eso fue delicioso, estaban duritas y a la vez muy suaves) e inmediatamente sentí cómo se ...