1. VESTIDO AZUL


    Fecha: 13/05/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... reparado que donde estaban los datos de contacto figuraban también las medidas de sus miembros, como diablos hacerle entender que realmente lo había elegido por sus ojos y jamás había mirado eso, si realmente poco me importaba, en fin, hombres… Cambiamos de tema y todo quedó en una anécdota risueña de la que pronto me olvidaría. Pasaron unos tres meses, y se dio una cita especial, su mujer no estaba en la ciudad y aprovechamos ese fin de semana, Mauricio me había regalado un delicado vestido azul y me pidió que lo estrenara ese sábado por la noche. Me vestí puntualmente para el, me veía muy puta en ese vestido, demasiado entallado pegándose a mi silueta, apenas cubriendo mi trasero y mi sexo, dejando desnudas las piernas y exagerando mis enormes pechos que parecían explotar bajo la tela. Solo unos aros, perfume y tacos altos, mi cartera de mano y preservativos, para usarlos de postre. Fuimos a un restaurante de categoría y la verdad parecía una fina prostituta con un cliente de turno, Mauricio solo miraba mis tetas, lo hacía adrede y eso me ponía nerviosa y me excitaba a la vez. En la cena me comentó que había conseguido prestada una cabaña en la zona boscosa el oeste de la ciudad y que sería nuestro siguiente paradero, eso me gustó, me sonó romántico, solo el, solo yo… Y ahí fuimos, un tanto locos, un tanto tomados, el sitio era agreste, apartado en medio de la nada, me sorprendió que el fogón estuviera encendido, no pregunté, Mauricio siempre estaba en todos los detalles ...
    ... y tenía respuestas para todo. Pasamos por el baño y llegamos al dormitorio, una enorme cama matrimonial, un sillón a un costado en rojo sangre y algunos muebles más decorando el lugar, con un infaltable espejo en el techo y otro sobre una de las paredes. El me besó y me acarició por todos lados recorriendo la seda de mí vestido azul, sin tocar nada de lo que yo hubiera querido que toque, me pidió que me pusiera sobre la cama en cuatro patas, el solo me observó, entonces trajo unas sogas, tomó una de mis muñecas y la ató con firmeza, anudando hasta hacerme doler y sacar un suspiro de mis labios y luego ató el otro extremo al parante de la cama, hizo lo mismo con mi otra mano y me dejó presa, se me hizo intensamente exquisito y me mojaba más y más con esta propuesta, esos me encantaba de él todas esas locuras. Quedé expectante ante su siguiente paso, pero solo tomó una cerveza, aflojó su corbata y se dejó caer sobre el sillón, solo murmuró Que criatura perfecta eres… Tomó su celular y mandó un mensaje, fue entonces cuando mi sorpresa fue total, en segundos apareció en el cuarto Michael, ese chico que había elegido en el bar, entendí lo del fogón y empezaba a cerrarme todo, lo vi por el espejo, totalmente desnudo y con una verga que realmente era enorme, y yo atada, en cuatro patas, vaya sorpresa… Y no me molestó, no me sentí incómoda, ni me molestó, saben por qué? porque Mauricio era feliz con esto… Fue cuando este perfecto desconocido vino por detrás y comenzó a acariciar mis ...
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