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El anormal afecto de mamá
Fecha: 15/05/2019, Categorías: Gays Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos
... embarcación naufragada, se encontraba totalmente hundida en las entrañas de Hortencia. Despegándose de ella sustrajo la ardiente verga casi hasta la cabeza y la volvió a hundir. Fue el postrer hundimiento de su bergantín. Un cosquilleo crispante, y enloquecedor se apoderó de él, dejó caer su cuerpo sobre el pecho de ella, en el mismo instante en que gritó haitó de placer. Padeció su propio jadeo sobre el pecho de ella, mientras expulsaba en el interior de su vagina, un enorme torrente de semen con los ojos en blanco, como postrer señal de ofrenda a la vida. Me retiré tan sigilosa como había llegado. Esperé a mi hermano lejos del zaguán de salida. Media hora después salieron sin notar mi presencia. Caminaron varios minutos tomados de la mano, después se dieron un beso y tomó cada quien su rumbo. Quien podía imaginar lo que acababan de hacer. Solo yo lo sabía, como también sabía que debía llegar junto con Horacio a casa. Ese día estaba destinado a ser lleno de sorpresas para mí. Mamá nos obligaba a dormir con la luz prendida, seguramente tenía sus razones. A pesar de habernos descubierto, seguíamos compartiendo la habitación, Horacio y yo. Ella, acostumbraba patrullar nuestra habitación, lo sé, porque varias veces la vi abandonar nuestra habitación, ya entrada la madrugada, siempre a diferente hora. Esa noche fue muy inquieta para mí, el hecho de haber presenciado como mi hermano se cogía a su profesora, dejó mi mente y mi cuerpo llenos de deseo. No pude dormir casi ...
... en toda la noche. Y después de lo que presencié menos lo pude hacer. Oí pasos en el corredor, no tenemos padre así que solo mi madre podía ser. Permaneció inmóvil unos segundos en la puerta, después, tratando de no hacer ruido ingresó a la habitación. Llevaba puesta su ropa de dormir, una bata simplemente. Rodeo la cama de Horacio como buscando un mejor ángulo. Finalmente tomó lugar por su lado derecho quedando justo frente a mí. Era muy extraña la manera en que mamá miraba a Horacio. Se sentó en la cama y observé como mamá se apoderaba de la virilidad de Horacio que por su potencia se levantaba entre las cobijas. La escuché claramente murmurar; Hijito, realmente tienes una verga enorme. Mmm. Y está tan dura que seguramente quiere que mamita se la meta en la boca. Quitó las cobijas y la verga de Horacio saltó como un resorte, él estaba desnudo. Miró unos segundos la enhiesta vara de mi hermano, enseguida ella abrió la boca tan amplia como pudo y se la empujó profundo hasta su garganta, la vi varias veces descender a lo largo de su garrote. La saliva escurrió a lo largo de su barbilla rodando sin control hasta sus pelotas. Estoy segura que eso lo hacía constantemente, ahora entiendo las preferencias. El pedazo más grande de pescado, la porción más generosa de cualquier alimento, los regaños y castigos más severos para mí. Abandonó un segundo su goloso afán y la miré abrirse la bata, con sorpresa descubrí que mamá no traía calzones y desesperada metía sus dedos en su sexo. Una ...