1. Relajo laboral


    Fecha: 18/05/2019, Categorías: Gays Autor: Neko534, Fuente: CuentoRelatos

    ... clítoris entre ambos, lo sujetaba, lo estiraba, ella me tomo los brazos y sus caderas empezaron a moverse, como si me estuviera cogiendo, solo le miraba su carita de exquisita angustia, mientras el agua le masajeaba la espalda, el ruido de la ducha, escondía sus gemidos, que ya a esta altura eran mucho más fuertes, no me importaba si me tocaba o no. Era mía... Mía... Gimiendo con dulzura me dijo "ya, ya, ay ay... Mi amor, estoy llegando, ay, ay... Aaaahhh".
    
    Admirar ese pequeño lapso de tiempo, en que todo lo que eres se olvida, y todo lo que tienes es la viciosa sensación del orgasmo. Es simplemente genial. La abrace, le bese su frente, sus pómulos, le arregle el pelito que había en su cara, "oye, estamos recién empezando, yo todavía no llego" ella picaronamente me dijo "y crees que quiero parar?". Si hay algo por lo que envidio a las mujeres es eso, nosotros tenemos las balas contadas, y solo en raras ocasiones, podemos disparar seguido.
    
    Mmmm... "¿Quieres más?", "si" dijo regalándome una sonrisa tierna, "quieres que hagamos algo rico" "ya" me dijo, la di vuelta, y la deje mirando directo al agua, ella no decía nada, me acerque por su espalda, deslice mi verga dura entre su culito suave y le dije al oído, "mira, dobla un poquito las rodillas y ábrete los labios de tu conchita" cuando lo empezó a hacer, tome el mango de la ducha y con una mano y la acerque a su vagina, con la otra, mantuve los labios abiertos.
    
    Dirigí la presión de agua tibia a su clítoris, ella ...
    ... dejo caer su cabeza en mi cuello, sus brazos acariciaban mi pelo, mis brazos, con mi verga, le acariciaba el culito, su ano, con pequeños empujoncitos, solo jadeaba, solo gemía. A medida que se perdía en la caricia del agua, yo movía mi verga más y más, entrando en su culito, abriéndolo, despacio. Sus carnes me apretaban el miembro, pequeñas gotitas de semen lubricaban para entrar un poquito más cada vez, ella movía sus caderas nuevamente, empecé a gemirle a su oído. Quería que llegara de nuevo "así cosita, dale, dale, cógeme rico mi amor" le decía con voz grave al oído, mientras más se movía, más cosas le decía. Empecé a gemir como si de un perro en celo se tratara, como una bestia con su miembro duro y goteando, buscando a su hembra para montarla, a la fuerza si era necesario.
    
    Ella se había perdido en la calentura, de repente me apretó un brazo, yo seguí moviendo las caderas, mantuve firme el chorro de agua en su clítoris, sentía como su cuerpo se recogía, se tensaba, "ay... Mi amor... Ay, ay". Al parecer otro más. Yo solo seguí haciendo lo mismo. "ya, ya... Aaahh" sentía como su cuerpecito se moría en mis brazos. "¿Salgamos de la ducha?", "si" me dijo con cara de cansancio. Salimos, le seque su espalda, el cabello, yo también me seque, obvio.
    
    Se sentó en la cama, con soltura, la seguí y me quede mirándola un rato, sus piecitos eran finos, al igual que sus manos. Me dijo "¿Un cigarrito?", "bueno" respondí mientras fumábamos, conversamos un poco del trabajo, nos reímos ...
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