1. Relajo laboral


    Fecha: 18/05/2019, Categorías: Gays Autor: Neko534, Fuente: CuentoRelatos

    Antes de empezar, declaro que estoy harto de la creencia mediática de que la anorexia y los esteroides son sinónimos de belleza.
    
    Comencé a trabajar hace poco aquí, el dinero es bueno, nunca pensé que la muerte era un negocio tan bueno, es uno de los llamados ‘cementerios parque’, en resumidas cuentas, vendo tu ultimo dormitorio, tu ultima cama, no es malo, recorrimos Santiago buscando la desgracia y anunciando lo único certero que tiene la vida, la muerte y obviamente haciendo negocio de ello. No hablaba mucho, debido a que era nuevo, mis compañeros son simpáticos, así que me rio bastante (algo bastante irónico tomando en cuenta el oficio) a las pocas semanas, llego ella... Elizabeth... Ely...
    
    Un poco más baja que yo, de piel blanca, pelo castaño claro, que parecía una cascada de miel bajando por esos pechos enormes y generosos, caderas grandes como para bailar un buen lento, bien pegados, un poco gordita, pero con una carita tan hermosa, parecía una muñequita de porcelana, labios finos, nariz fina, pómulos pronunciados y unos gigantes ojos color azabache, que eran el fiel reflejo del misterio de la noche y esos kilitos de más, le daban un aire de niñita, como de esas muñecas antiguas que tenía mi mama "peponas" creo que le decían. Cuando la vi, me quede mirándola, con cara de estúpido, para ser honesto, era tan linda, pero como sé que tengo buena suerte, probablemente ya tenga alguien, o este casada, o quién sabe.
    
    Así que solo me concentre seguir trabajando, quizás ...
    ... me manosee un poco pensando ella antes de dormir. Los días que vinieron, lo hicieron sin pena ni gloria, nos dividíamos en parejas para trabajar y un día me toco con ella. Habíamos conversado un poco, lo que sabía es que vivía en otra comuna, que hablaba de su mama, de que quería seguir estudiando y que tenía algunas deudas, esa era toda la información que tenia de ella.
    
    Cuando llegamos al lugar que teníamos que trabajar (golpear puertas y ofrecer ataúdes "lindos") caminamos juntos, al principio no hablamos nada, era uno de esos silencios incomodos lo que había ahí y mientras más caminábamos, me sentía más incómodo, hasta que por fin se quebró el hielo. Una mujer con la que estábamos hablando dijo "¿Y qué hacen con los huesitos de la gente?", "por eso no se preocupe, usted compra ese lugar, por lo que los restos quedan ahí" respondió Ely, después de que termino la conversación, nos alejamos y le dije a Ely "la pregunta hueona de la señora... ¿Qué cree que vamos a hacer con algo así, cazuela?... Si claro... Vamos a tirar los huesitos a la parrilla". Ella me miro y nos reímos al unísono, eso derritió el hielo. Al día siguiente, antes de salir a terreno de nuevo, Ely dijo "voy con Alejandro", eso me sorprendió, mucho. Nos fuimos haciendo amigos, a veces me abrazaba, nada raro con eso. Excepto que cuando sentía sus muslos carnosos, sus pechos infladitos cerca de mi cuerpo, la erección era enorme.
    
    Y me daba un poco de vergüenza pensar en si se daba cuenta. Un día pasamos a ...
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