1. HIJA, MADRE Y ABUELA


    Fecha: 19/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... meter eso dentro. Pero estaba decidida. Mi madre estaba sentada al otro lado y Daniel la miro, como pidiendo su consentimiento. Y ella dijo que si, creo que de puro agotamiento. Él le dijo algo al oído, y ella le miro sorprendida. Con un gesto la animo, y se acercó a su madre que estaba dormitando en un sofá. Como estaba desnuda, fue sencillo empezar a acariciarla, con mucha suavidad. La abuela empezó a gemir medio dormida sin saber quien la acariciaba. Sin pararse a pensarlo enterró su cabeza entre las piernas de su propia madre. Ella se despertó y apretó su cabeza contra su coño. Cuando se dio cuenta de que no era Daniel intento zafarse pero sintió una oleada de placer y se dejo hacer.
    
    Mientras Daniel me estaba poniendo a cien. Me esta acariciando mi coño y me besaba los pezones. Me dolían una barbaridad pero quería más. Casi sin darme cuenta tuve mi primer orgasmo d mi vida, fue una explosión de placer que aun recuerdo y seguidos tuve otros dos mas intensos todavía. Me quede casi sin aliento y sin darme cuenta me encontré con la polla de Daniel delante de la cara. Estaba claro lo que quería que hiciera. Yo la había visto muchas veces, pero aun me daba miedo de lo gorda que la tenia. Me empujo la cabeza con fuerza adelante, no tenia más remedio que abrir la boca.
    
    Me la metí, pero solo la mitad, aun así me golpeaba la garganta y me dolían los labios de abierta que la tenia. Y el empujaba con fuerza. Se me saltaban las lágrimas, pero no paraba. Y yo no quería que ...
    ... parara. Quería hacerle feliz igual que mi madre y mi abuela. No quería estar fuera de su grupo. Así que no dejaba de empujar. Oía gemir y gritar de placer a mi abuela y a mi madre y eso me ponía caliente. Tenía el coño chorreando después de correrme. De repente y sin previo aviso se corrió en mi boca. Saco tanta leche que me ahogue entera. Me dieron arcadas y quería vomitar pero me aguante. Aun así derrame por mi cuerpo casi toda su leche y le mire con ojos culpables. “No te preocupes cielito, también me gusta regar vuestro cuerpo con mi leche. Ahora ponte a cuatro patas, que te voy a follar el culo”. Me entro un pánico que me sentí temblar. Si me hacia daño en la boca, en el culo me iba a partir en dos. Él se pensó que temblaba de placer, así que no dijo nada y me puso con el culo arriba. Sentí un momento su lengua en mi culo, y de pronto algo muy duro empujo con fuerza. Mi pobre esfínter cedió con un dolor terrible. No pude reprimir un grito, pero mi madre no dijo nada. Las estaba viendo a las dos con sus cabezas enterradas en sus coños y gimiendo de gusto.
    
    Volvió a empujar con fuerza y sentí que me moría de dolor. Grite con desesperación, se me saltaban las lagrimas. Que demonios. Estaba llorando como una magdalena. Pero el ni se inmuto. No se detuvo ni un momento. Me estaba follando el culo sin piedad ni delicadeza. El dolor era insoportable, pero al mismo tiempo, el rozar de su durísima polla dentro de mi culo me estaba provocando un placer irresistible. Me metió toda la ...