Mi tía Sandra... - Relatos Eróticos

Mi tía Sandra...

... poco a poco fue deslizándome a un rincón del sofá mientras una de sus manos me acariciaba la espalda a la altura de la cintura, me sacó la camiseta, y empezó a besar mi pecho mientras que a la vez buscaba mi polla, metió su mano por dentro del slip, y comenzó a pajearme despacio mientras me miraba recostada en mi estomago y sonreía, saco la mano de mi polla, y tenía toda la palma empapada de mis líquidos pre-seminales, entonces me bajo el pantalón corto, y comenzó aquello que tantas veces había imaginado.

Con su mano me remango la polla, y empezó a chuparla, fue algo sublime, no quería mirar como degustaba mi polla porque seguro que me corría, pero eso no se puede evitar, sus labios rodeando mi miembro mientras me pajeaba al mismo tiempo, sus grandes tetas moviéndose al son de su mamada, y al cabo de 1 minuto de constante mamada, mi cuerpo sintió un espasmo sin igual, ella al darse cuenta dejo de chupármela y me meneo la polla para que me corriese a gusto, estaba en el paraíso y aún no había muerto...

Lejos de acabar esta fantasía, desabrochó su sostén, descubriéndome ese tesoro tantas veces imaginado, sus pezones con grandes areolas de tintes marrones que me invitaban a una vez más, empalmarme.

Se saco el pareo que llevaba dejando sus bragas celestes puestas, y se sentó sobre mi polla, que aún se recomponía de esa gran mamada propinada, comenzó a menearse en círculos mientras me besaba y me tomaba por la nuca, besándome muy apasionadamente, yo también cogí sus ...

... nalgas y comencé a abrirlas, tratando de tocar el agujero de su culo con uno de mis dedos, se inclinó sobre mí rápidamente para que le lamiera las tetas, y de paso, pudiera yo llegar a meterle un par de dedos por donde mejor yo dispusiera, sus pezones eran un manjar, los chupe con tanta fuerza que sentía que me colapsaba la mandíbula, mientras acariciaba su trasero y trataba de introducir un dedo en su culo.

En ese instante se levantó, se dio media vuelta, tomo la braga por la parte de su coño y la retiro un poco, ese poco que me invitaba a penetrarla. Sin pensarlo, guié sus caderas hacia mí, sentía como mi polla se entibiaba poco a poco, era su sexo que se enterraba suavemente, mientras ella, apoyaba sus manos en mis rodillas para no sentarse de golpe. Cuando al fin había apuñalado su coño con mi tiesa polla, comenzó a hacer movimientos suaves hacia atrás y adelante, era increíble, me estaba follando a mi tía, tome sus hombros con mis manos y la incline hacia delante, le dije que subiera y bajara, ver mi polla penetrándola me puso a 100, la tire al suelo, y así mismo en cuatro patas como estaba, restregué toda mi polla lubricada de nuestros fluidos en el agujero de su culo, y comencé a introducirla suavemente, no dijo que no para nada, solo me pidió que no fuera bruto, y así lo hice.

No fue fácil, costaba dilatar ese culo, pero poco a poco me iba abriendo paso en esa cavidad tan estrecha, ella sufría sí, pero le gustaba, mientras, le decía que se masturbara, me encantaba ...