1. MI HERMANA Y yo.


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... un día soltó la risa sin poder disimularlo, cuando me ofrecí para lavarle los pies. Y mi hermana, comenzó a hacerme cosas, que antes no me hacía. Por ejemplo: manosearme. Pasaba a mi lado, y me agarraba los huevos. Yo, soltaba las risas y chillaba "protestando", lo que le daba a ella aún más motivos para volver a hacérmelo, y más audazmente todavía. Y una noche que estábamos solos y mi hermana había estado acosándome sin cesar todo el día, rendido de calenturas por ella le supliqué hasta llorando que hiciese lo que quisiese con mi cuerpo, que deseaba yo ardientemente ser su esclavo, y que si ella lo deseaba. mi cuerpo era cosa para ella. La cara de felicidad cochina que puso mi hermana mirándome, no podré jamás explicarla con palabras. Se reía mirándome, y hasta se babeaba de felicidad. -"¡Desnudate!" Fue su órden así diciéndome. Al instante comencé a obedecerla, y quedé ante ella completamente desnudo y con mi verga empinada como un mástil de tan parada además de gordísima y dura, y mis huevos henchidos de tanta calentura y leche, que parecían querer reventarse los dos a un tiempo. Mi hermana, mirándome. se reía y apretaba los dientes y sacudía la cabeza cerrando los ojos de la dicha cochina que sentía. Iba, a comenzar a disfrutarme haciéndome su esclavacho comenzando éso. ahí mismito. Con su dedo señaló sus pies, haciéndome ponerme ante ellos de rodillas, y comenzar a lamérselos, cosa que me lo hizo cumplir, decalzándose y colocando sobre mi rostro, sus plantas. Sentada ...
    ... sobre una butaca y yo arrodillado y desnudo, comencé a lamerle las patas. que estaban sudadas, y con olorcito a queso. Mi felicidad, no podía ser mayor, y la de ella. igual. Nos mirábamos, y reíamos. -"Mi esclavo!" me dijo. -"Mi dueña!" le respondí. Mientras arrodillado ahí ante ella le seguía lamiendo las plantas de los pies, mi hermana, cómodamente recostada en la butaca, alzaba los brazos riéndose festejando aquéllo. Afuera una implacable tormenta con estruendosos truenos y relámpagos comenzaba a desatarse, y aquélo parecía avivar aún más mis calenturas hacia ella con esos deseos locos por entregarme sumiso y total, mientras ella sentía multiplicarse sus deseos por hacerme el centro de sus lujuriosas maneras de someterme a ella. Y comenzó una desesnfrenada orgía dominante donde hacía ella lo que quería conmigo, y era yo un objeto rendido sometiéndome a ella a sus más absolutos deseos. Con un fino cinto comenzó a azotarme desnudo, me montaba haciéndome llevarla sobre mis hombros haciéndome andar por toda aquella inmensa y antigua mansión que era nuestra casa herencia de nuestros antepasados gobernadores de provincia, y desnudo yo completamente y con mi exuberantísima hermana hermosa sobre mis hombros, la paseaba entre las luces de los relámpagos que entraban por las amplias ventanas en aquella oscuridad donde la electricidad se había interrumpido por la tormenta que había derribado árboles sobre el tendido de cables. -"¡Arre caballo!!!" me decía mi hermana azotándome con el ...