Anita de tus deseos (capitulo 3)
Fecha: 21/05/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos
... del final del orgasmo al comienzo de un nuevo ciclo con la excitación.
—¡Joder! Papá, sí que sabes de estas cosas.
—Todo lo que tenía que ver con tu madre me interesaba, y ahora, contigo, igual. Solo una cosa más. Me has dicho en un par de ocasiones que te encontrabas cansada. Es normal porque no estás acostumbrada: te iras habituando. Un orgasmo gasta mucha energía, muchos orgasmos gastan muchísima energía.
—¿Por eso quieres que haga deporte?
—Así es, y que controles el peso. Bueno esto último, también es porque me gustan las chicas muy delgadas.
El vino se había acabado y me notaba un pelín eufórica. Papá me tumbó bocarriba sobre sus piernas y empezó a pasar sus dedos sobre mi torso cómo si fuera el teclado de un piano. Mi respiración se hizo más profunda, y por la posición, expandía la caja torácica marcando las costillas. Noté que a papá le gustaban porque estuvo mucho tiempo pasando las manos por ellas y por mis tetas. La mano derecha fue descendiendo muy lentamente y la certeza de cual era su destino me excitó muchísimo. Finalmente llegó y mi cuerpo se arqueó más. Con el dedo medio estimulo el clítoris y cuándo notó que estaba a punto, paso el brazo izquierdo por debajo y me incorporó. A pocos centímetros de su rostro, alcance el orgasmo bajo la atenta mirada de mi padre satisfecho con mis gritos y jadeos. Mientras entraba en la fase de resolución, me atrajo hacia su pecho y me mantuvo ahí mientras me acariciaba el trasero.
Tengo que reconocer que mi ...
... padre está cachas. Cuándo me tranquilicé, se levantó del sofá conmigo en brazos y me llevó al dormitorio cómo quien lleva una pluma. Y no es pasión de hija: ¡joder! Que tiene 53 años y marca abdominales.
Me depositó sobre la cama con mucha suavidad, se quitó el pantalón y se tumbó a mi lado. Rápidamente apoyé la cabeza sobre su brazo y le pasé una pierna por encima. Buscó mis labios y los encontró mientras le agarraba la polla. Mi excitación iba en aumento consciente de lo que iba a ocurrir. Intenté ponerme encima pero no me dejó y continuamos en la misma posición mientras pasaba su mano por mi muslo y continuaba explorando mi boca. Notaba su polla tremendamente gorda con todas las venas marcadas en mi mano, creo que incluso más de lo normal hasta ese momento. Metió la mano entre mis piernas y alcanzo con facilidad mi vagina. Me estuvo estimulando hasta que empecé a gemir, entonces alargó la mano hasta la mesilla y cogió un tubo de lubricante. Me colocó bocarriba y se arrodilló entre mis piernas mientras con la mano se lubricaba la polla detenidamente. Después me echo un chorro en la vagina y se tumbó sobre mí. Pasó lo brazos por debajo, mientras con la polla me frotaba el exterior de la vagina y mis piernas le abrazaban. Cuándo consideró que era el momento, colocó la punta en la entrada de mi vagina y en ese momento yo creí que me moría. Mis jadeos y gemidos se hicieron más patentes mientras con mucha delicadeza mi padre empezó a presionan poco a poco hasta que gracias al ...