1. Albertito 1


    Fecha: 23/05/2019, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... bastante más grande que la nuestra, cabezona y gruesa. Mis viejos no estaban, así que encaramos a su dormitorio. Decidimos que la pose debía ser en el borde de la cama, apoyábamos el torso sobre la cama y los pies en el piso, con lo que nuestros culos quedaban en el borde del colchón, nos abriamos las nalgas para dejar a la vista el agujerito y después de la infaltable escupida, nos la mandaban a guardar. Todos hicimos todo, Damián y yo lo cogimos a Victor, Víctor y yo lo cogimos a Damián y los dos me cogieron a mi, normal, como siempre. Victor, a diferencia de Damián, me hizo doler bastante, por lo que un par de veces me la tuvo que sacar y volver a poner con más saliva. Damian se la bancó bien, quizás, no lo sé, porque no sería la primera vez que se la comía, la pija de Víctor le entraba sin problemas. Luego de cogernos, nos quedamos los tres aún con nuestras pijas duras conversando y bromeando sobre cómo Victor me había hecho gritar y de cómo me había dejado el culito roto y ardido. Los dos me abrían las nalgas y miraban y bromeaban sobre mi anito enrojecido, yo reía también. Pero claro, tener dos pijas paradas y bellas delante mío despertó mi deseo oral, me arrodillé delante de ellos y comencé a chuparles las pijas, un poco la de Damián, un poco la de Víctor y un poco las dos juntas y como siempre, me apasioné hasta la desesperación, las besaba, las pasaba por mis mejillas, las llevaba hasta el fondo de mi garganta, las sorbía hasta dejarlas secas de preseminal. Los ...
    ... escuché cuchichear y luego Victor me pidió, "te tomás la leche?, dale!", con lo caliente que estaba, accedí en el acto, seguí mamando cada vez con más pasión hasta que dos abundantes lechazos de pre-púberes fueron por primera vez a perfumar y acariciar mi garganta, mi lengua sintió por primera vez esa especial turgencia del semen y luego de saborearla para grabar en mi mente ese primer sabor de macho, la tragué deleitado. Víctor quedó loco y quería volver al otro día por más. Nos miramos con Dami y le contestamos con evasivas. Se fue Victor y Damián fue mio y yo fui de él. Por desgracia, Víctor fue bocón. Los tres, junto con unos cuantos purretes más y otros tanto ya no purretes, éramos miembros de la misma barra de amigos. El muy hijo de puta, henchido de orgullo, le contó a todos que me había cogido, que me había hecho gritar y que me había hecho tomar su semen. Por supuesto contó lo que le convenía, Damian ni fue nombrado y menos que menos que él se la había comido igual que nosotros. En su historia yo era el reputo, el marica, y él era el macho pijudo que me había roto el culo hasta hacerme gritar de dolor. Mi vida se convirtió en un infierno. Fui el destinatario del bulling de todos, el puto de mierda al que ni siquiera se le daba derecho a replicar y desenmascarar a Víctor, mis argumentos carecían de todo valor porque eran las palabras de un maricón defendiéndose, hasta Tito, el boludo, el nabo de la barra, se paraba delante mío, me miraba a los ojos, me señalaba con el dedo ...
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