League of Sex: Team
Fecha: 25/05/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Lanista17, Fuente: CuentoRelatos
... tiempos había conseguido más adeptos de los que la arquera podía siquiera haber soñado. A pesar de que Sejuani también quería paz, ella conseguía refuerzos a través de la lucha, las amenazas y los conflictos que terminaban convirtiéndola en la única salida aparentemente viable.
Dejando de lado su salvaje y atolondrada vida, Sejuani era perfecta.
Fuerte, resistente, una profesional en la batalla, una jinete experta y una belleza incomparable.
Ashe se sonrojó con sus pensamientos que empezaban a quitarle el frío de la nieve en sus pies. Era su rival, obviamente no iban hacia el mismo lado, no debía pensar cosas buenas de ella. Era una salvaje implacable que debía ser domesticada. Sensualmente domesticada.
—Jajaja, habla de cerebros aquella que está sola en vez de ir con su equipo. ¿Nunca te dijeron que es de novatos hacer eso? —comentó la jinete avanzando sobre su montura hacia su captura.
—¿Cómo? Disculpa, no entiendo el idioma de los cerdos —retrucó la arquera.
Sejuani gruñó. Agitó su mangual en sus manos y azotó sin piedad el costado de Ashe para que cayera rendida al suelo.
—¿Sigues con tus pésimas ideas de paz? El hielo no conocerá nunca la paz mientras una chispa pueda fracturarlo. Tienes que entender eso, Ashe, la tranquilidad no dura. No se puede vivir de eso. Sólo los débiles creen que podrán vivir toda su vida sentados al calor de una fogata pensando en cuando podrá cosechar zanahorias. Las guerras rúnicas caerán sobre nosotros como la nieve y ...
... pobre de ti si no estás preparada para soportar ese vendaval.
—Estoy dispuesta a soportarlo y lo haré. Hay formas de lograr paz, estar unidos y al mismo tiempo ser fuertes. Siempre habrá alguien que quiera tranquilidad y alguien que quiera guerra, no por eso deben estar en tribus separadas.
Sejuani se bajó de su montura con arrogancia y caminó hacia Ashe que estaba postrada sobre sus cuatro extremidades en la fría nieve. Se inclinó, la tomó por el mentón y los ojos de las rivales se conectaron.
—Tu voz transmite mucha tranquilidad, arquera. Pero en tus ojos está impregnada la guerra. Sé sincera contigo misma, ¿quieres paz o quieres guerra?
El cálido aliento de Sejuani sobre su helado rostro le provocó más vergüenza. No había dudas de cómo ganaba adeptos esa mujer, prácticamente tenía el dominio en la cara. Ashe no podía resistirse a sus palabras y tuvo que morderse la lengua para no pedir guerra en ese instante.
—Me aburro —gruñó Olaf—. Esta debilucha no es digna ni de que saque mi hacha.
—Tengo que irme a ver qué fue lo que provocó esa tormenta —informó Sejuani subiendo nuevamente a Bristle—. Hagan lo que quieran con ella, pero no la maten. Nada me gustaría más que eso, pero tenemos enemigos en común que morirán primero. Tarde o temprano mi mangual enterrará tu pecho en la nieve por siempre, Ashe —terminó la jinete dándole la espalda.
Ashe no pudo apreciarla por mucho tiempo porque Udyr se le puso al frente ocupando todo su campo de visión. Las pieles que ...